Es un torero con determinación y fundamentos de raza y técnica. No es de los que se arrugan, ni de los que se quejan. En su mente sólo habita la obsesión por mantener su cartel en la profesión y hacerse valer frente a corridas que no lo ponen fácil pero que le están reportando categoría. En Nimes acaba de cuajar una tarde notable, de pura imposición y recursos. Una salida a hombros para reafirmarse a sí mismo y para dejar patente que hay mucho Bolívar por delante.
“Lo de Nimes ha servido para demostrar que sigo vivo, para manifestar que este es un año de mucho apostar y de muchos retos”
“El valor existe porque lo mantiene vivo la mente. Sin mente no hay torero y no hay persona. El valor y la mente se ponen el chip mutuamente”
“La técnica en mi concepto es lo más determinante. Para cuajar y entender los toros que yo mato, tienes que sostenerte en la técnica”
(Foto: José Ramón Lozano)
