Ha inscrito su nombre ya como uno de los toreros del curso 2015 y está dispuesto a continuar así hasta octubre. Un Castella renovado y triunfador. Rotundo en San Isidro y cautivador allá donde torea. Asegura que es ahora cuando ha conseguido expresar el toreo que lleva dentro, su tauromaquia más perfecta. Una fusión entre esa quietud que posee como piedra angular de su concepto un ritmo que aporta a sus obras más despaciosidad, más largura en los muletazos, más cadencia y más profundidad. Tarde a tarde va escribiendo su historia. Ha renacido de su propio yo, de su instinto. Aquí Castella, el gallo francés en la cumbre, de nuevo en lo más alto. Y en breve, seis toros en El Puerto. Torero de marcar diferencias.
- “He conseguido hacer mi toreo. El que hacía cuando era un niño y jugaba al toro, el que siempre he llevado dentro y que hasta ahora solo había salido en ocasiones”
- “Noto que mi nombre se asocia a una categoría que no he tenido las últimas temporadas quizás porque no conseguí la regularidad que ahora tengo”
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