La terna se va de vacío en una tarde de poco contenido en la novillada de Sevilla. Aunque sacaron complicaciones, dos novillos de Yerbabuena se dejaron.
Una tarde de poco peso se ha vivido esta tarde en la novillada celebrada en la Maestranza. Seis silencios y mucho aburrimiento. Bien es verdad que cuatro de los novillos de Yerbabuena sacaron complicaciones, pero hubo dos, 4º y sobre todo 6º, que merecieron mejor trato.
Ese sexto fue un toro interesante por el pitón izquierdo, pero Antonio Rosales no acabó por encontrarse y poco más pudo hacer. Voluntarioso estuvo Antonio Rosales con el tercero, un novillo que tuvo movilidad pero que se quedaba a mitad de su recorrido. Lo mejor, la estocada.
El cuarto fue otro de los novillos manejables. Le tocó en suerte a Paco Chaves, quien no acabó de ajustarse en las distancias. Descompuesto fue el novillo que abrió plaza, ante el que Chaves le elaboró un trasteo cargado de tiempos muertos.
Patrick Oliver se enfrentó al lote más deslucido. Hizo un esfuerzo con su primero, probón, luchando mucho con el fuerte viento que molestó. El novillo le volteó fuertemente, pero el francés aguantó dolorido en el ruedo hasta matarlo. El quinto se rajó y la faena tuvo poca historia.
Novillos de Yerbabuena, deslucidos en general, salvo 4º y 6º, interesantes. PACO CHAVES: Silencio tras aviso y silencio; PATRICK OLIVER: Silencio y silencio tras aviso. ANTONIO ROSALES: Silencio. Entrada: Algo más de media en tarde de viento.
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Seis silencios y mucho bostezo
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