La intervención de la diputada de Compromís, Verónica Ruiz, afeándole al torero y vicepresidente de la Generalitat Valenciana, Vicente Barrera, su condición de matador de toros, en base a las consabidas y manoseadas razones del animalismo populista que han abrazado con tanto ahínco como desconocimiento, fue tan sectaria como acostumbra y tan manipuladora y miope...