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Serafín Marín saluda la única ovación en Madrid

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HABLAN LOS PROTAGONISTAS.– Fermín Spínola: “He estado demostrando actitud y firmeza” / Serafín Marín: “Si pego un espadazo bueno habría cortado la oreja” / Rubén Pinar: “He estado muy generoso con el toro”

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Abrió plaza el mexicano Fermín Spínola, que anduvo templado y fácil ante un toro de Baltasar Ibán tan noble como soso, justo de fuerzas y transmisión. Manejó bien el capote de salida y en un posterior y vistoso quite por fregolinas. Luego, con la muleta, puso voluntad sin lograr conectar con los tendidos. Ejecutó la suerte suprema con pureza y despaciosidad, dejando un soberbio volapié. No terminó de apostar ni de acoplarse Spínola con el noble y manejable cuarto, otro buen toro de Ibán, con menos chispa y transmisión que sus dos hermanos anteriores, pero de muchas opciones para el torero. Faena correcta y parsimoniosa la del mexicano, que no logró conectar con el público. Mató con facilidad de estocada levemente desprendida.

Se hizo ovacionar Serafín Marín en el saludo capotero al segundo, que salió con más viveza de chiqueros y se llevó de salida un manojo de verónicas y dos buenas medias del catalán. Como el primero, el animal se desgastó mucho en el peto pero, aun así, sacó un importante fondo de casta llegando al último tercio con movilidad y transmisión. Serafín basó la primera parte de su labor sobre la diestra, ligando bien los muletazos, dejando después alguna serie al natural de mucho mérito por la exigente y brava condición del astado. Volvió de nuevo a la derecha antes de cerrar por emocionantes manoletinas. Lástima que pinchara porque su faena, de ser coronada de buena estocada, pudo haber sido premiada con una oreja. El quinto, que peleó bien en varas, fue el toro más descastado y deslucido del encierro en el tercio final. No tuvo clase ni ritmo y protestó cuando se le obligó. Serafín no pudo sacar nada en claro dada la mala condición de su oponente. No mató bien.

El castaño tercero fue a más y rompió en las manos de Rubén Pinar, que anduvo con él templado y muy inteligente, dándole distancia y dejándole siempre bien colocada y puesta adelante la muleta. De ese modo, el de Ibán se vio obligado a embestir, haciéndolo con raza y emoción en una faena que bajó de nivel cuando Pinar cogió la mano izquierda, por donde el toro protestó más y molestó el viento. Volvió a la diestra el torero pero su labor ya no llegó a retomar el vuelo anterior. Mató de una buena estocada. La lidia del sexto no tuvo historia. El toro no quiso embestir y el torero, aunque puso empeño, no pudo lucir.

Madrid, 27 de mayo de 2012. Toros de Baltasar Ibán, bien presentados y de buen juego salvo el 5º y el 6º. 1º) Noble, soso, sin transmisión. 2º) Bravo, encastado. 3º) Interesante, encastado. 4º) Noble, manejable. 5º) y 6º) Descastados, deslucidos. FERMÍN SPÍNOLA: Silencio en los dos; SERAFÍN MARÍN: Ovación con saludos y silencio; y RUBÉN PINAR: Palmas tras aviso y silencio. Entrada: Lleno.