Simón Casas: “El Pilar ha recuperado su prestigio”

El domingo arranca la Feria de El Pilar, un ciclo de altos vuelos. Dos tardes están anunciados Miguel Ángel Perera, Alejandro Talavante y Juan José Padilla, además de El Juli, Enrique Ponce o el gesto de Daniel Luque que se enfrentará en solitario a seis ejemplares de distintos encantes. Los mejores, en escena. Simón Casas y José Cutiño dirigen el timón. Junto al gestor francés diseccionamos una propuesta de altura.

“Cuando cogimos la plaza el pasado invierno nos marcamos un objetivo a corto plazo: devolver a Zaragoza el prestigio perdido”, revela Simón Casas. “Y ese primer reto lo hemos conseguido gracias a los carteles que hemos presentado que poseen el sello de nuestra empresa, que combinan los gustos de todos los aficionados, también del público, y que tienen ese punto de creatividad tan necesario en el toreo actual”, subraya.

El reto es ambicioso pero se han puesto los mimbres para lograrlo. Zaragoza debe latir con salud, debe ser una plaza con peso específico en la temporada, un coso que todo cuanto en él ocurra sirva para dar y quitar en el toreo. Así fue siempre. “Por ese motivo la recuperación debía ser a corto plazo, no teníamos tiempo para experimentar. Desde el primer instante tuvimos claro que había que aplicar la fórmula que solemos poner en práctica en todas nuestras plazas y que es la seriedad, la capacitación profesional, unos carteles atractivos y variados que gusten a todo tipo de público y aficionados, una política amplia y fuerte de comunicación, creatividad en la manera de trabajar y llegar al corazón del pueblo enarbolando la bandera del toreo y de sus valores. Cuando se logra hacer todo eso, llegan los resultados y el público responde”, expone Casas.

Satisfecho y esperanzado en obtener unos buenos resultados artísticos y económicos, el empresario francés apunta en uno de los secretos para haber podido poner sobre la mesa unos carteles de tan alto rango: el pliego. “Ahí ha estado la llave para poder hacer estos carteles, que nadie lo dude”, admite antes de argumentar: “La Diputación se ha dado cuenta que haciendo un pliego acorde a la realidad económica y a la coyuntura social del país, está siendo flexible con el empresario. El pliego de Zara­goza es un pliego sin dogmas, donde prima la calidad por encima de la cantidad. Los pliegos dogmáticos quitan libertad al empresario y además son garantía de ruina para el empresario y para la plaza, como ha ocurrido en Za­ra­goza los últimos años y otras plazas”.

Un mensaje optimista respaldado por unos carteles importantes donde repiten comparecencia toreros de la entidad de Miguel Ángel Perera, Alejandro Talavante o Juan José Padilla. “La venta de abonos ha ido fantásticamente bien, se han multiplicado por cuatro o por cinco los que había el año pasado. El público capta el trabajo y la manera de hacer carteles que tenemos José Cutiño y yo, ahí están las pruebas. Somos fieles a nuestros principios como empresarios y a nuestra idea de feria de gran calidad por encima de la cantidad”, sostiene Casas. “Hay mucha variedad y mucha competencia. Son carteles creados para todos los públicos. Los amantes de la sensibilidad torista tienen una corrida de Victorino Martín, los que disfrutan con las figuras tienen carteles de una gran categoría y además no podían faltar dos acontecimientos de gran magnitud: la corrida de Daniel Luque con seis toros y una corrida goyesca donde además vamos a conmemorar los 250 años de la plaza de La Misericordia”. En este contexto, el gestor francés subraya una idea: “Queríamos dar argumentos para todos los gustos y lo hemos logrado. El público es nuestro cliente y a él nos debemos y a él le debemos el máximo respeto. Hay que respetar al aficionado pero también a quien acude por vez primera a un tendido”.

Es indudable que Zaragoza en El Pilar siempre contó con un handicap complejo. Algunas figuras tienen ya finiquitada la temporada por planteamiento o por agenda y aparcan la opción de anunciarse en la capital aragonesa. “Es difícil poder atajar eso, siempre hay alguna figura que ha terminado su temporada antes y no le parece atractivo torear en Zaragoza. Mi idea, y así lo anuncié en un encuentro con aficionados locales, es tratar de convencerles a todos para que estén el próximo año en Zaragoza. Respetando, como no puede ser de otra manera la decisión de cada uno, mi objetivo es trasladarles el mensaje de la necesidad de recuperar una plaza tan señera y tan emblemática como La Misericordia“, concluye.

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