C uando oigo o leo que hay que redefinir la Fiesta de los Toros se me ponen los pelos como escarpias. No busquemos atajos ni vericuetos, porque el camino más corto para llegar a cualquier punto sigue siendo la línea recta. La Fiesta de los Toros está definida desde su inicio, y se llama así porque todo lo que es y significa gira alrededor de ese animal único y soberbio que es el toro bravo. Y cuando falta el toro, la Fiesta se desploma y no lo evitan ni las redefiniciones ni otras carajadas que se les ocurran a los que tratan de disfrazar la realidad con ejercicios culterano-literarios y mentiras que tienen las patas más cortas que un enano del Empastre.
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