Las Juventudes Socialistas de Albacete han exigido a la alcaldesa de la ciudad que retire la publicidad de la feria taurina, porque dicen que el eslogan “Sin toros no hay feria” ofende a los 30.000 albaceteños que están pasando necesidades. No ven la viga en el ojo propio y se soliviantan con la brizna en el ojo ajeno. No condenan el robo de más de mil millones de euros de los ERE de Andalucía, en el que su partido está hasta el cuello, porque les debe parecer que eso no ofende a los más de cinco millones de parados de toda España ni al porcentaje de albaceteños incluidos en ellos, en trance de convertirse en famélica legión. Lo ofensivo para los mocitos es ese eslogan, fundamentado en una realidad innegable puesto que sin toros la feria de Fallas de Valencia, la de Abril de Sevilla, la de San Isidro de Madrid, la de San Fermín de Pamplona, la Aste Nagusia de Bilbao y por supuesto la de la Virgen de los Llanos de Albacete serían menos ferias, como ocurriría con otras muchas sin cuyos festejos taurinos serían inconcebibles.
