Volvió el fenómeno, José Tomás, ahora a orillas del Mare Nostrum, con desbordante expectación. Alicante aglutinó esta tarde agosteña de calor sofocante y color intenso a gentes de cien mil raleas, como decía la canción, taurinos y no tanto. Rebosantes los tendidos sin ser abono, sin celebrar una feria. El…