El mano a mano galo careció de emoción por culpa del mal juego de los toros. Tanto el arlesiano como Castella tuvieron pocas opciones con sus oponentes, algunos de ellos pitados en el arrastre.
Corrida muy larga y con poco interés la de esta tarde en Nimes. El mano a mano que se presumía emocionante pronto se vio que no llegaría a ningún lado por el pobre juego de los toros de Victoriano del Río.
Juan Bautista se encontró con el que abría plaza un toro bajo, justo de presentación, noble pero sin transmisión, sin muchas opciones de lucimiento. El francés optó por un trasteo efectista y una faena corta para el público a base de circulares y otros adornos puesto que no había nada que hacer. Tras una estocada entera y un descabello el respetable le agradeció su esfuerzo con una ovación.
El segundo, un animal terciado, tampoco tuvo condiciones para que Sebastián Castella pudiera lucir. Éste lo recibió con verónicas pero el de Victoriano se mostró violento en el capote. Con la muleta, después de un quite de Bautista, no pudo más que sacarle algún par de derechazos y naturales sueltos. Mató de un pinchazo y entera y fue silenciado. Y el toro, pitado.
Bautista saludó bien al tercero, bien presentado y con cara, con verónicas, chicuelinas y revoleras. Castella dio un quite con una chicuelina y una media verónica que obtuvo respuesta de Bautista, quien tomó la muleta y arrancó la faena de hinojos en las tablas con tres pases por alto. Después se fue a los medios y le dio cuatro derechazos cuidándolo mucho ya que no tenía mucho. Pese a varias series de derechazos y naturales, su labor no llegó a los tendidos porque el astado no transmitía y la faena se alargó demasiado. Mató de media. Silencio y nuevos silbidos en el arrastre.
Al que hacía de cuarto, Castella lo saludó con seis verónicas con los pies juntos rematadas con media. Tras unos pases al principio de poco peso el público mostró su malestar con el poco juego de los toros y empezó a protestar con palmas. Sebastián intentó darle la vuelta a la situación y se inventó una faena correcta por los dos pitones ayudando al toro siempre a media altura. Mató de entera y descabellando tras escuchar dos avisos. Los presentes le agradecieron su actitud.
Bautista, por fin, cortó una oreja en el quinto en una faena que fue de más a menos y con el “mejor” toro de la tarde. Tras pasar desapercibido en el capote y un quite del sobresaliente Morenito de Nimes con tres faroles y una revolera, Bautista despertó al público cogiendo los palos en banderillas. El arlesiano se volvió a arrodillar en tablas para empezar con la muleta con varios pases por alto, un cambio de mano y un pase de pecho por el izquierdo. Ya de pie y en los medios comenzó con un cambio por la espalda y varios derechazos que hicieron sonar la música ante un oponente que se movía pero que se vino abajo. Dos tandas de naturales fueron el preludio del fin, que vino con tres bernadinas y un pase de pecho. Oreja tras un pinchazo y una estocada entera algo caída.
Castella tropezó con el sexto con un astado correcto que se fue inédito en el capote. Tomó la pañosa con dos cambios por la espalda y dos pases de pecho. Intentó sacar algo con pases por ambos pitones pero su faena no tuvo eco en el graderío. Mató de media estocada y escuchó palmas.
Toros de Victoriano del Río. JUAN BAUTISTA: Ovación con saludos, silencio y oreja; SEBASTIÁN CASTELLA: Silencio, ovación con saludos tras dos avisos. Entrada: Casi tres cuartos.
(Foto: I. Dupin)
