Solitaria vuelta al ruedo de Ángel Jiménez en Arnedo

FOTOS DE CARMELO BETOLAZA DEL FESTEJO

Fotos: CARMELO BETOLAZA

Ángel Jiménez dio una vuelta al ruedo tras pasaportar al primero de la tarde, un novillo algo justo de transmisión en los primeros compases pero que se vino arriba en la muleta. Sin obligar del todo, Ángel Jiménez mostró su buen gusto, especialmente al natural, en una faena inteligente, pulcra y en la que supo entender las virtudes de su oponente. Las series sobre ambas manos surgieron con limpieza dentro de un trasteo largo.

Intención y mucha voluntad se vio en Ángel Jiménez frente al cuarto, al que, de hecho, se fue a recibirlo a portagayola. Con la muleta, alternó en su faena las series por ambos pitones, llegando lo mejor en el toreo al natural. Sin embargo, la labor fue de más a menos, terminando diluida. A pesar de ello, se vio a un novillero centrado y puesto, El novillo, aun siendo noble, sacó mayor fondo de casta y exigencia. Faltó mayor rotundidad en las series, pero hubo momentos interesantes. Pinchó arriba, dejando media estocada después, siendo silenciado.

El que hizo segundo desarrolló más complicaciones y tuvo más teclas que tocar. Protestaba al final de cada muletazo y ante él no terminó de acomplarse Toñete, que puso voluntad en una labor de escaso lucimiento por las condiciones del utrero.

El quinto fue devuelto a los corrales tras lastimarse la mano derecha, no sin antes atropellar a Raúl Adrada sin consecuencias graves aparentes. El sobrero, también del hierro titular de El Pilar, fue un barrabás en los primeros tercios, lanzando por los aires a Gómez Escorial. Toñete anduvo firme con él. Demostró valor, estando muy en novillero y sin rehuir en ningún momento la pelea en series meritorias, haciendo frente a un animal deslucido e incierto. Pinchazo y estocada desprendida.

Pablo Mora perdió con la espada, mató muy mal, un importante triunfo frente al tercero, un novillo bueno, codicioso y a más en el último tercio. Pronto vio Mora que el pitón buen era el izquierdo y por ahí toreó con empaque, muy en novillero pero también muy de verdad. Supo interpretar bien el toreo, con recursos y con improvisación en una faena que no tuvo la rúbrica deseada en la suerte suprema.

Fue silenciado ante el sexto Pablo Mora. El animal ya cantó desde el principio que ni se desplazaba ni humillaba, mostrándose corretón y sin fijeza durante toda la lidia. El lucimiento fue imposible. Mora, muy voluntarioso en todo momento, desistió a petición del público. Mató de una estocada arriba que fue eficaz.

Arnedo (La Rioja), miércoles 27 de septiembre de 2017. Feria del Zapato de Oro. Seis novillos de El Pilar. Desiguales de presencia -justitos por delante- y de juego dispar. Ángel Jiménez, vuelta al ruedo tras aviso y silencio tras aviso; Toñete, silencio y silencio tras aviso; Pablo Mora, silencio tras aviso y silencio. Entrada: Un cuarto de plaza. Una vez terminado el festejo, Raúl Adrada marchó por su propio pie al Hospital Fundación Calahorra para someterse a un estudio radiológico tras la voltereta sufrida en el quinto novillo de la tarde.

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