Esas son las dos mejores palabra que definen la temporada 2017 de Cayetano. Ha asumido retos y responsabilidades, se ha comprometido con la Fiesta y consigo mismo, pisando todas las plazas de primera categoría. Un fielato que ha superado con ese pundonor y raza que siempre le han acompañado, además de ese punto de madurez que le ha permitido cuajar un mayor número de toros. No sabe si queda Cayetano para rato, pero asegura que seguirá aprovechando ese buen momento que atraviesa y el próximo año volverá a asumir nuevos retos y metas. Se ve motivado y capacitado para ello. La lealtad a sus apellidos está muy presente.
Su temporada ha sido ejemplar. La más destacada de su carrera por la importancia de las plazas en las que ha hecho el paseíllo. Todas las de primera categoría. Todas. Valencia, Sevilla, Madrid, Córdoba, San Sebastián, Málaga, Bilbao, Pamplona y Zaragoza. Cumplió el reto con el pundonor y la raza de siempre, con la capacidad de un torero más cuajado que ha llegado al punto álgido de su madurez. Y todo, sin perder la frescura de su toreo.
-Enhorabuena por el resultado de la temporada, Cayetano. Dijo que iba a ser de compromiso, de pisar plazas de primera y así ha sido. Ha dado la cara y ha triunfado.
-Muchas gracias, estoy muy satisfecho. Anunciamos al principio que iba a ser de muchos retos y compromisos en las plazas de primera. Estoy muy contento por el resultado obtenido en todas ellas. Eso me ilusiona de cara a la próxima temporada, que también va a ser muy interesante.
-¿Significa eso que la de 2018 volverá a ser una temporada de apretarse los machos?
-A principio de temporada siempre hablo con Curro y vemos cómo afrontarla. Este año he acabado con 45 corridas de toros y 11 festivales, pero creo que el año que viene quitaré alguna corrida, soy más de 35 que de 45 festejos, así que bajaré la cantidad, algo que me permitirá preparar mejor cada tarde y llegar al cien por cien. Cada lugar es importante, cada actuación merece todo lo que puedas ofrecerle. El próximo año torearé menos pero no creo que baje la importancia de las plazas en las que haga el paseíllo ni mucho menos, sigo con la intención de ir a todas las ferias de primera categoría que pueda.
“Estoy contento con lo que he conseguido, pero tampoco me conformo, sueño con más. Tengo mucho que conseguir aún”
-Es lo que ha hecho este año, estar en todas las ferias de postín, en los mejores carteles y rivalizando con las figuras consolidadas y los jóvenes que vienen a coger el cetro del toreo. Hacía falta ese compromiso y esa apuesta que faltaba estos años atrás, no sé si porque no se sentía preparado para asumir esos retos, o quizás eran las empresas las que no terminaban de apostar por usted.
-Es más cierto que a los empresarios les costó tras mi reaparición darme el sitio que yo quería y me ha costado entrar en las ferias. Las empresas hoy en día no sólo son empresas, sino también apoderados, ganaderos, hay muchos intereses de por medio, y cuando viene alguien de fuera a tu casa, molesta. En ese sentido sí he tenido dificultades que he ido superando poco a poco. Al final sí que he podido aprovechar esas oportunidades que algunos empresarios sí me han dado y este año he podido estar en todas las ferias de primera.
-Cuanto mayor es la responsabilidad, cuanto más espoleado sale a la plaza, más se crece Cayetano… Los ejemplos de tardes clave en su carrera así lo corroboran.
-Eso supone un plus de presión para mí, porque el público siempre espera en esas tardes importantes que dé lo mejor de mí. Está claro que son las tardes que merecen la pena, porque somos toreros para vernos en esas plazas y con esos carteles, y que esa responsabilidad te hace pasar muchos miedos, nervios y preocupaciones, pero por otro lado, son las que más te hacen sentir torero y las que más me motivan, quizá por eso llegue a esos compromisos con la mejor parte de mí.
-Habla de miedos y preocupaciones. ¿Qué le atenaza a Cayetano en esos momentos en los que uno es consciente de lo que se juega?
-Es el miedo al compromiso, el querer estar bien. No te preocupas tanto de tu estado físico, sino de tu estado profesional, qué dimensión vas a dar, si vas a estar lo suficientemente preparado como para aguantar esa presión y desarrollar la faena que cada toro necesita… Hay más miedo y nervios al principio, que se acaban convirtiendo en un respeto que nunca le puedes perder al toro. Y lo afrontas. Esa es nuestra obligación, por eso el día que no puedas afrontar el miedo plantándole cara, ese día tienes que retirarte.
-Para plantear una temporada como la de este 2017 y la que viene, uno debe estar muy seguro de sus posibilidades. ¿Se encuentra en su mejor momento profesional?
-Me encuentro en un momento muy estable, aunque aprendiendo porque en esta profesión nunca se termina de aprender, pero me siento seguro y contento. Ahora, con más capacidad para sacar partido a más toros, que es de lo que se trata. El oficio da experiencia, que te permite aprovechar más toros para expresar de una manera u otra tu tauromaquia.
APUESTA SERIA
La apuesta no era sólo pisar las plazas de primera, sino hacerlo con solvencia y dejando huella. Reto conseguido. Comenzó bien el año cortando una oreja en Fallas y otra, con petición de la segunda, en Sevilla. Su paso por Madrid ha sido de nota alta sus dos tardes, así como por Illumbe, donde paseó una oreja, o Pamplona, donde salió a hombros en su debut en aquella plaza. Hubo otras tardes importantes como la de Jerez, con una buena faena a un toro de Zalduendo, León, la tarde de Ronda en el adiós a los ruedos de su hermano Francisco, o Guadalajara. El broche llegó en Zaragoza, con un capítulo épico teñido de sangre. El toro de Juan Pedro hirió a un firme Cayetano propinándole una cornada de tres trayectorias en la pierna izquierda. Sacó su raza de siempre y continuó con la lidia del toro a pesar de la abundante hemorragia. Una gesta que resumía su año de compromiso y seriedad.
-Son decisiones que tomas en el momento. Desde el principio sabía que estaba herido, noté cómo entraba el pitón y el dolor correspondiente. Pero el torero tiene un compromiso que va más allá de torear, debemos demostrar que somos capaces de afrontar la adversidad, la dificultad, de recomponerte y plantarle cara al dolor y a la incertidumbre, porque comencé a sangrar abundantemente y no sabía si los minutos que iba a estar de más en el ruedo y que le quitas al doctor, son esenciales, fue como tirar la moneda al aire. Siempre he entendido que lo que espera de nosotros el público es eso, y en la medida que he podido siempre lo he hecho. En Zaragoza me vi capaz, aunque con la duda de sufrir un desmayo, de que te vuelva a coger el toro o de que la pierna no te responda… gracias a Dios salió bien y espero que no llegue otra en mucho tiempo, aunque uno está preparado y lo tiene asimilado.
“Soy consciente cada vez que salgo de la habitación del hotel de que puedo no volver a ella. O lo asimilas, o no puedes ser torero”
-Reaparecer tan pronto de una cornada así es fruto de un trabajo físico importante. Esa parte es muy de Paquirri, su padre. ¿Tan importante para un torero es su estado físico, el entrenamiento?
-Estar bien físicamente te da valor, te sientes capaz. Los toreros nos preparamos como atletas durante todo el año, con mucha exigencia. Yo combino una preparación física con una preparación técnica. A ello hay que añadir otra parte más que es la concentración, yo acostumbro a tener, puntualmente, momentos de concentración en los que además aprovecho para llevar a toda mi cuadrilla, eso se refleja después en la plaza, donde se ve el buen ambiente y el entendimiento que llega a haber entre nosotros. Todo es fundamental, pero a lo que más importancia le doy es a la parte mental, y eso lo haces todos los días: no hay día que no pienses en el toro, torees cuando torees. El toro siempre está en la cabeza en algún momento del día.

-Por cierto, ha mencionado a su cuadrilla, que sin duda ha sido una de las más destacadas de la temporada por su eficacia y torería en la plaza.
-Siempre me he preocupado mucho de la gente que ha estado en mi entorno. He procurado tener a los mejores profesionales, pero sobre todo, lo más importante, a las mejores personas. Ahora hay una combinación de ambos en mi cuadrilla, hay un ambiente increíble y el público lo percibe en la plaza. Hay un entendimiento durante la lidia y estoy muy contento, para el año que viene seguimos todos igual, es un año que espero con gran ilusión y enorme responsabilidad. Las cosas han ido tan bien que el año que viene hay que volver a dar la cara y sacar lo mejor de cada uno de nosotros.
-Hablando de la temporada, no hay que dejar pasar por alto su debut en Pamplona, una plaza con tanto significado para la familia Ordóñez. Tardó en llegar su debut, finalmente feliz y triunfal.
-Ha sido una ilusión tremenda. Me preocupaba cómo me podría afectar el entorno, el bullicio de los tendidos… pero al final todo era cuestión de mentalizarse, de entender que ellos viven su fiesta así y que tú puedes formar parte de ella o no ir, que es lo que hice en años anteriores. Y este año me mentalicé para estar y hubo una gran conexión desde que llegué a la plaza, hubo mucho cariño y yo quise corresponderles, me metí en la faena y salieron las cosas bien.
-A la temporada hubo que añadirle un plus de dureza: el fatal desenlace de Iván Fandiño.
-Fue muy duro para todos. Aunque siempre somos conscientes del riesgo que corremos, en mi caso y en el de mi hermano mucho más por circunstancias obvias, siempre te pega un tirón hacia la realidad, te pone los pies en el suelo, lo tienes que digerir y ponerte delante del toro, y eso siempre cuesta. Pero nos preparamos y mentalizamos para eso. Este año le quise honrar a Iván Fandiño llevando luto en todos mis vestidos.
-Por eso quizá tenga más mérito que tanto usted como su hermano hayan querido seguir los pasos de su padre.
-Soy consciente cada vez que salgo de la habitación del hotel que puedo no volver a ella. O lo asimilas o no puedes ser torero.

-Cuando mira atrás y ve el camino recorrido, ¿se siente orgulloso de lo conseguido?
-Sí. Estoy contento con lo que he conseguido, pero tampoco me conformo, sueño con más. Mi abuelo siempre dijo que nunca llegó a hacer su faena soñada, y es cierto, tienes que esforzarte por conseguirla, aunque luego siempre te quedarán cosas por hacer. Yo tengo mucho que conseguir aún. Creo que mi paso por la profesión está siendo digno y me siento satisfecho.
“El próximo año torearé menos pero no creo que baje la importancia de las plazas, sigo con la intención de ir a todas las ferias de primera categoría”
-Le noto motivado.
-La motivación y la ilusión es lo que a mí me mueve. Poder estar en una plaza, poder conectar con el toro y con el público, son sensaciones únicas que sé que no voy a poder vivir en otra faceta laboral de mi vida.
-¿Queda Cayetano para rato?
-No sé. Sí es verdad que me tomo las temporadas una a una, no me hago un plan a largo plazo, porque además la edad tampoco me lo permite, yo empecé a una edad en la que algunos ya se retiraban, entonces eso hace que tenga menos tiempo para disfrutar de mi carrera, por lo que tengo que pisar el acelerador y vivirlo con ilusión y con intensidad. No sé cuánto tiempo más, cada año decidiré lo que haré el siguiente.
-Enhorabuena por su paternidad, por cierto.
-Gracias. La verdad es que siempre me preguntaba cómo me podría afectar a mi carrera el ser padre. Pero la gran prueba fue Pamplona, porque me enteré de que iba a ser padre dos días antes de hacer el paseíllo en los Sanfermines y salió bien, entonces no tengo por qué preocuparme mucho más a partir de ahora. Sin duda alguna, mi vida cambiará, pero no mi carrera.
Texto: JORGE CASALS // Fotos: ARJONA
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