Habla con la misma seguridad y con las ideas igual de claras que cuando está en la plaza. Su arrollador inicio de temporada ha fijado las miradas del toreo en El Juli, logrando en torno a él una rotunda unanimidad. Admite que está donde siempre quiso y como siempre quiso. Afirma que el camino ha sido duro, pero gratificante y que de su trayectoria está orgulloso. Su objetivo diario es emocionar al público, estar a gusto y cuajar cada tarde la faena que siente. No mira a los lados. Eso pasó hace tiempo. Ahora quiere disfrutar de sí mismo, dejar poso y alcanzar la perfección. A eso se le llama: Ambición.
“El camino ha sido duro, muy duro y muy largo. He vivido momentos muy ingratos en los que me he llegado a sentir despreciado. Es duro decirlo, pero es así. Mucha gente dejó de confiar y de creer en mí, algunos casi me dieron por muerto, y he sido yo gracias a mi confianza quien he logrado cumplir los objetivos que un día me propuse”
“No me preocupa nadie, ni lo que diga nadie ni lo que nadie pueda pensar. Hago lo que quiero, soy el que quiero y en mi mente no hay otro objetivo que no sea disfrutar con lo que hago en la plaza. Estoy satisfecho de ser yo”
“Conocer al animal es la clave para saber cómo responder a su conducta. Si no entiendes al toro, no entiendes el toreo. Hay que ayudarle y darle facilidades para que rompa en la muleta”
Lea la entrevista completa en su revista APLAUSOS.
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"Soy el torero que quiero ser"
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