Sebastián Castella, en un alarde de autoridad tremendo, ha reventado La Condomina con dos faenas muy importantes. Su fallo con la espada en el quinto le privó de sumar más orejas de las dos conseguidas en su primero. El Cid, con tres trofeos, y Daniel Luque, con dos, no se quedaron atrás y brindaron también un buen espectáculo.
Castella topó en primer lugar con un toro de bravo fondo, importante por su transmisión. Es cierto que al de El Torero le faltó rematar al final de sus embestidas, pero también lo es que que el francés tapó ese pequeño defecto en una faena que arrancó en los medios con dos pases cambiados y que prosiguió después con muletazos de gran encaje, fibra, firmeza y seguridad. Mató de buena estocada y paseó el doble trofeo. A la muerte del quinto saludó una ovación tras pinchar una labor de una firmeza, contundencia y precisión tremendas ante un toro justo de raza y que tendía a violentarse al final de sus acometidas. Temple y valor fue la receta del de Beziers, pero tres pinchazos redujeron el premio.
El Cid abrió plaza con un toro que apuntó buenas maneras en los primeros tercios pero que después mostró su verdadera condición en la muleta, sacando sentido y poniéndose muy complicado para el torero, sobre todo por el lado izquierdo. El sevillano resolvió con profesionalidad y, como mató de un soberbio volapié, le premiaron con una oreja. Dos más cortó del cuarto, un toro de mucha más clase y menor fuerza con el que toreó a placer. Se sucedieron las series de muletazos reunidos y suaves dentro de una bella labor, coronada de nuevo de estocada.
Daniel Luque se llevó el peor lote pero, aun así, extrajo varios naturales al tercero de una entidad sobresaliente. No pudo haber continuidad en esa faena por la deslucida y áspera condición del toro, pero los pases con la zurda de uno en uno y los remates ahí quedaron. Al sexto, un sobrero desrazado y que no terminó de humillar, no tuvo más remedio que atacarle y empujarlo hacia adelante para no quedarse atrás y salir andando de la plaza. Lo mató bien y arrancó el trofeo que necesitaba para acompañar a El Cid y Castella por la puerta grande.
Murcia, 16 de septiembre. Toros de Salvador Domecq, bien presentados y de juego desigual. EL CID: Oreja y dos orejas; SEBASTIÁN CASTELLA: Dos orejas y ovación tras aviso; DANIEL LUQUE: Oreja y oreja. Entrada: Media plaza.
Los tres toreros salieron a hombros. (Foto: www.plazatorosmurcia.com)
