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Talavante, inspiración y oreja en el tiempo de descuento

Mario Aguilar cortó una oreja del tercero de la tarde, mientras que Zotoluco, que también regaló un sobrero, logró un apéndice.

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Zotoluco abrió plaza con un ejemplar de Marrón que no dio facilidades a su lidiador. El animal, de astifina cornamenta, sacó complicaciones e impidió el lucimiento del torero de Azcapotzalco. Por los dos pitones se quedó corto el toro y mostró nula entrega, reponiendo con facilidad las embestidas y evidenciando una aspereza que no dejó en ningún momento gustarse a su matador, que lo despachó de una efectiva estocada al primer encuentro. Pechó en segundo lugar con un toro manso, reservón y al que le faltó prontitud, aunque cuando tomaba las telas no lo hacía con mal estilo. Al hilo de las tablas, Eulalio extrajo algún muletazo meritorio pero su faena, muy tesonera, no logró nunca levantar el vuelo. Pinchó en dos ocasiones antes de agarrar una estocada entera. No contento con su resultado, decidió regalar el sobrero, un ejemplar con el hierro titular que desarrolló nobleza y templanza y que permitió al torero torear relajado y con gusto sobre ambas manos. Faena larga y muy bien acogida por el público. Remató Zotoluco de una efectiva estocada que le valió el premio de la oreja con fuerte petición de la segunda.

Manseó el segundo en varas, un animal de apretadas hechuras pero justo trapío que desmontó al picador en el primer encuentro. Talavante, que lanceó con temple de salida, brindó la faena de muleta al cantante Alejandro Sanz, que ocupaba una localidad en el callejón junto a Colate y Paulina Rubio. El toro, de buena condición en la muleta, dejó expresarse por momentos al extremeño, que, con firmeza de plantas y mano baja, se encajó en algunos pasajes, sobre todo por el pitón derecho. Cerró su entonada labor por manoletinas pero los pinchazos previos a la estocada final impidieron que paseara un trofeo. Al final, todo quedó en ovación con saludos. Frente al deslucido quinto, un toro falto de raza, celo y casta, poco o nada pudo hacer Talavante. Al menos mató con rapidez.

Al segundo sobrero de regalo lo recibió con un vistoso saludo capotero. El extremeño administró en los primeros tercios a un toro parado. La faena de Talavante fue creciendo en intensidad gracias a las ya clásicas arrucinas que fueron surgieron desde la imaginación. En el toreo de cercanías y con el toro muy aplomado, Talavante se mostró con gran seguridad y tiró de recursos para rematar su actuación. Una estocada de efecto inmediato dio paso a una oreja.

Mario Aguilar, que quitó en el segundo por chicuelinas rematadas con revoleras y brionesa, volvió a destacar con el capote en el primero de su lote, al que ejecutó un emocionante quite por tafalleras, muy quieta la plata. Muleta en mano, inició su primera faena en los medios con un pase cambiado por la espalda al que siguieron muletazos de todas las marcas que pusieron a los tendidos de su parte. Luego, toreó sobre ambas manos con más disposición que lucimiento en una decidida labor rematada con circulares y bernadinas que llegaron bien al público. Manejó con contundencia la espada y paseó una oreja. Su segundo fue un toro rebrincado y con una embestida áspera que apenas dejó lucirse al espada. Lo intentó por momentos Aguilar en una faena que nunca conectó a los tendidos.

México D.F. (México), 13 de noviembre de 2011. Toros de Marrón. 1º) Complicado. 2º) Bueno. 3º) Manejable. 4º) Manso y agarrado al piso. 5º) Deslucido. 6º) Rebrincado. 1º sobrero) Noble. 2º sobrero) Noble. ZOTOLUCO: Silencio, silencio y oreja; ALEJANDRO TALAVANTE: Ovación con saludos, palmas y oreja; MARIO AGUILAR: Oreja y silencio. Entrada: Algo menos de media. Se desmonteró en el tercero Alejandro Prado.