Talavante tiene un secreto. Se ha convertido en el torero más útil de esta extraña y laberíntica época. Útil. Utilidad. Servir. Términos que suenan mal en los oídos algo cansados de los que dicen palpar el toreo. Sí. Útil. No hay nada más inútil que el arte que no es útil a su generación. Y todo lo que es útil, lo es porque provoca felicidad. Talavante, como torero, como creativo, como artista, se ha metido por los poros de la pared de esta sociedad que no se sabe muy bien hacia dónde va, aunque ya sabemos hacia dónde no va a ir. Ese es el secreto. Que lo que crea o lo que expresa se hace vigente, actual, porque es útil al contexto social. Se dice que “llega” pronto. Que “conecta” pronto. Porque es útil, porque hace felicidad, porque, sobre todo, es un torero que nace desde un hombre comprometido con su tiempo.
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