La ganadería de La Quinta, con Tapaboca, ha entrado en la Historia de Bilbao con letras de oro siendo el primer toro indultado en el ruedo de El Bocho. Así narró nuestro compañero José Ignacio Galcerá la crónica de un hecho histórico:
"El torero sevillano y la ganadería de la familia Martínez Conradi entran en la leyenda de Vista Alegre con el primer toro indultado en la historia de esta plaza.
Pronto y en la mano fue la mejor receta de Borja Jiménez para levantar la plomiza tarde. El toro de La Quinta transmitió desde la primera arrancada. Atalonado, firmes las plantas, en un palmo de terreno ligó las dos primeras series que encendieron el ambiente. Y una tercera, con la figura erguida, encajado, más amontonada pero igual de intensa. La faena, muy creciente, alcanzó su punto álgido al natural. Ahí el toreo de Borja aumentó de quilates como también la embestida del toro, más profunda, de más clase, con un ritmo especial, en realidad con ese ritmo tan especial con el que se cimentó la leyenda de los buendías. El éxtasis comenzaba a desatarse y en el ambiente crecía el runrún de que algo grande iba a pasar. Ese algo era las primeras peticiones de indulto para el bravo toro.
El sevillano se dobló con categoría como remate de una faena a la que todavía le quedaba algún capítulo más. Y es que con los primeros pañuelos asomando, Borja se echó la muleta a la izquierda para cuajar la serie más redonda y rotunda por su despaciosidad y relajo. El toro, cosa de los bravos, embistió incluso mejor de lo que ya lo había hecho, cuestión que era difícil. Sobre la diestra una tanda más para ya con el público puesto en pie como un resorte desatar una unánime petición. Asomó el pañuelo naranja. La vuelta al ruedo, acompañado de Álvaro y Pepe Martínez Conradi, fue emotiva tanto como clamorosa fue la salida a hombros rodeada de decenas de jóvenes".
