Antonio Tejero se ha retirado a las órdenes de Ponce en la Monumental mexicana de Insurgentes. Larga carrera la del torero de plata cordobés. Al menos yo sólo le he visto colocado con dos toreros. Finito de Córdoba (con el que le conocí) y Enrique Ponce...
Antonio Tejero se ha retirado a las órdenes de Ponce en la Monumental mexicana de Insurgentes. Larga carrera la del torero de plata cordobés. Al menos yo sólo le he visto colocado con dos toreros. Finito de Córdoba (con el que le conocí) y Enrique Ponce. Sólo los rompe cuadrillas cambian a menudo de matador. Tenía que llegar. Aunque hubiera podido alargar su carrera vestido de luces unos años más este era el momento. Su ojo clínico le hizo fijarse en David Mora cuando los entendidos decían con falso gesto de pesar eso de: “Qué pena, con lo buen torero que es”. Pero nadie le daba una sed de agua. Antoñito Tejero se volcó y puso en el empeño trabajo, ilusión y esperanza.
Y vino lo que tenía que venir, cuando un torero está postergado pero él sabe que puede y quiere; que David Mora está para arrancar la temporada de 2012 en las ferias de postín, y necesita a su apoderado al lado. A la vieja usanza, viajando con él, comiendo con él y hablando de toros con él. Antonio no será jamás un comisionista, será un apoderado a la antigua usanza. Como debe ser. Como a él le habría gustado que hubiera sido el suyo de haber alcanzado los entorchados de matador de toros. Lo siento por Enrique, que pierde un gran colaborador. Y me alegro por David que gana un hombre bueno y cabal a su lado.
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