La temporada ha echado a andar. Vademorillo, Olivenza y Castellón ya lo han hecho en aceptable tono. En Olivenza debutó Posada de Maravillas, novillero de dinastía, de los Posada de toda la vida, y los que allí estuvieron…
La temporada ha echado a andar. Vademorillo, Olivenza y Castellón ya lo han hecho en aceptable tono. En Olivenza debutó Posada de Maravillas, novillero de dinastía, de los Posada de toda la vida, y los que allí estuvieron hablan maravillas. ¡Qué falta que hace un novillero con fuerza! A ver si es Posada. En Valencia, con la huelga desconvocada, se ha impuesto la sensatez, quizás siguiendo los consejos de Paco Mora, pues no está el horno para bollos.
Así las cosas, creo que puede ser esta una temporada ilusionante, cuanto menos, por diversas razones:
– Tengo la impresión de que los distintos estamentos taurinos han comprendido la gravedad de la situación y que esto debe arreglarse desde dentro, porque desde fuera lo único que puede llegar es un apretón al cuello.
– Están los gestos de varias figuras, que en su día comentamos, como Juli con miuras en Sevilla, Talavante con seis victorinos en Madrid, Manzanares con seis de distintas ganaderías en Sevilla, Jiménez Fortes con otros seis en Málaga, el mano a mano de El Cid y Luque con victorinos en Sevilla, etc., y seguro que vendrán nuevos gestos a lo largo de la temporada.
– La confirmación en Madrid de Ángel Teruel, López Simon y David Galván es un importante aliciente para San Isidro. Los tres tienen atractivo.
– Este año van a ir muchos toros y vacas al matadero, porque sobran en el campo, lo cual induce a pensar que lo que vaya a las plazas será bueno, o al menos, por encima de la media de otros años.
Tal vez el tema toros sea el más incierto actualmente, pues es obvio que los públicos quieren el toro encastado, que se mueva, dé espectáculo y genere emoción en los tendidos, pero de esos no hay muchos, por ahora. Los matadores, sean o no figuras, como decía, estoy seguro que han comprendido muy bien la complicada situación que atraviesa el toreo y harán el esfuerzo, porque en ello les va mucho, casi todo.
Tengo la esperanza de que los empresarios cumplan con la parte que les corresponde del esfuerzo. Debería bajarse el precio de las entradas, por lo menos en algunos festejos.
Por todo ello digo que me parece esta una temporada ilusionante. ¡Que así sea!
