El primero de José Luis Pereda, ovacionado de salida, fue un toro precioso. Bellísima su ensabanada estampa. Serio y astifino por delante. Fernando Robleño puso todo el oficio aprendido para domeñar a un toro exigente que acabó embistiendo con brusquedad y descompuesto. Le faltó ritmo al de Pereda. El torero…