Toñete, tres orejas en la apertura de Valladolid

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Fotos: JOSÉ SALVADOR

Toñete abrió la tarde cortando una oreja al primer novillo de Torrealba, un animal de buenas hechuras pero algo justo de fuerzas. Esto no impidió al novillero realizar una faena de buen corte en la que toreó con templanza por ambas manos. Mató de una estocada hasta la bola.

Desorejó Toñete a su segundo, otro buen ejemplar de la divisa salmantina. El novillo, que no se definió en los primeros compases de la lidia, fue a más en la faena de muleta, en la que Toñete -que brindó a Manolo Sánchez- se entregó en una labor importante, de novillero cuajado y puesto. Amarró el triunfo con la espada, lo que le abrió la puerta grande.

El segundo de la tarde fue un novillo de buen juego ante el que Darío Domínguez cuajó una faena importante sobre las dos manos. El novillero iscariense mostró su disposición desde la larga cambiada de rodillas con la que saludó a su oponente hasta el inicio en los medios, donde toreó despacio. Mató de estocada caída y atravesada, necesitando en dos ocasiones el descabello. Dio la vuelta al ruedo.

El quinto fue un buen novillo, con el que Darío Domínguez no se supo hacer. Recibió al ejemplar a porta gayola, sin poder cuajar la faena en ninguna de las suertes. Desacertó con la espada hasta sonar los tres avisos, siendo devuelto el novillo a los corrales.

Alfonso Ortiz sorteó en su primer turno un buen novillo al que saludó bien con el capote. El madrileño supo llevar a su oponente por ambas manos, cuajando una gran faena que fue silenciada al fallar con la espada.

Ortiz tuvo que echar mano de recursos ante el sexto, un ejemplar de poco juego que no dejó expresarse al novillero. Además, falló con la espada.

Valladolid, 4 de septiembre de 2018. Feria de San Lorenzo. Novillos de Torrealba, bien presentados y de buen juego en líneas generales. Fueron aplaudidos en el arrastre, a excepción del quinto, que fue devuelto vivo a los corrales. Toñete, oreja y dos orejas; Darío Domínguez, vuelta al ruedo tras aviso y silencio tras tres avisos; Alfonso Ortiz, silencio tras aviso y silencio. Entrada: Media plaza. Al romper el paseíllo, la banda de música de Íscar tocó de forma espontánea las notas del Himno Nacional. El público reaccionó poniéndose en pie y tributando una cerrada ovación. Saludaron Roque Vega y Marcos Ortiz en el tercero y El Chule, en el sexto.

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