Torear (II)

Rafael Comino Delgado
lunes 19 de mayo de 2014

Hemos expuesto algunas definiciones de torear, propuestas por distintos autores. Seguidamente revisaremos otras dadas por profesionales destacados del toreo…

Hemos expuesto algunas definiciones de torear, propuestas por distintos autores. Seguidamente revisaremos otras dadas por profesionales destacados del toreo.

Así, el maestro Domingo Ortega decía “Torear es llevar al toro por donde no quiere ir”. Bueno, creo yo que si el toro va es porque quiere hacerlo, pero independientemente de ello, al menos, a mí no me queda claro lo que es torear con solo esta expresión. Don Ángel Peralta ha dicho en muchas ocasiones que “Torear es engañar al toro con la verdad”, definición que resulta bonita. A Paco Camino le oí decir que “Torear es dominar al toro, y eso unos lo hacen con más arte y otros con menos” y a Manolo Cortés le he oído que “Torear es llevar al toro muy enganchaíto por donde uno cree que debe ir”. El maestro Camino ya introduce en su definición la palabra arte, y me gusta, sobremanera, cuando el maestro Cortés dice llevarlo muy enganchíto por donde uno cree que debe ir. Efectivamente, por donde uno desea que vaya, con lo cual ya está asumiendo que manda en la embestida. En tal sentido el maestro Dámaso González dice en una reciente entrevista: “…una cosa es acompañar la embestida y otra traerla toreada… que no te la toque y llevarlo donde tu quieres llevarlo”. Podríamos recoger muchas más definiciones, o intentos de definiciones, de otros profesionales y al final probablemente seguiríamos sin tener una totalmente satisfactoria, pues todas son parciales y/o poco claras. Cada uno expone su opinión pero a la persona que poco sabe del tema, e incluso aunque tenga ciertos conocimientos sobre el toreo, no le queda claro el concepto torear. Y es que lograr una definición clara, didáctica y completa, como debe ser toda buena definición, no es fácil, al contrario es muy difícil porque, como decía Don Gregorio Corrochano, la palabra torear comprende un amplísimo campo, lo que dificulta su definición.

Por todo ello, teniendo en cuenta que torear es una actividad artística, que en su conjunto tiene varios componentes: Artístico, de sensibilidad; técnico (se necesita una técnica); de valor (hay gran riesgo); y tratando de concretar y ajustarnos a los tiempos actuales, nosotros definimos torear, en su acepción más amplia, como “Bregar con el toro con el objetivo de burlarle y dominarle artísticamente, utilizando capote y muleta”, pues al fin y al cabo el toreo, como dice Paco Mora, es la confrontación entre la irracionalidad del toro y la capacidad de discernir del hombre, o si lo prefieren, el ejercicio del Arte de Torear. Pero en una acepción más concreta y clarificadora, torear sería “aprovechar las embestidas del toro para mediante capote y muleta, engancharle, llevarle a donde se desee y luego vaciar la embestida, todo ello de forma rítmica y acompasada”.

Para lograrlo es fundamental tener en cuenta la siguiente premisa: Esperarle (esperar a que se arranque), sacarle los brazos (despegar los brazos del cuerpo para no echarse encima al toro) y llevarle (conducir la embestida).

Cuando se consigue, se crea arte con la violencia de la acometida del toro. Se transforma algo tan violento como la embestida de un toro en arte.

Torear (I)

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando