Un par de toreros de esta tarde se deberían haber encontrado a su llegada al hotel con sendos agentes de la propiedad agrícola-ganadera esperándoles para ofrecerles las dos mejores fincas de Andalucía
¡Ay si salieran muchos “agitadores” como el “fuenteymbro”de esta tarde en Las Ventas! La emoción volvería a adueñarse de la Fiesta y se inspirarían nuevas plumas, recordándonos la lírica taurina de Lorca, Alberti y aquel Villalón ganadero que soñaba toros con los ojos verdes. Y es que “Agitador”, ensabanado, guapo de tipo e incluso de cara, y de embestida pronta, recia y repetidora de toro auténticamente bravo, de esos que se ven muy de tarde en tarde y que aceptan todos los envites queriéndose comer la muleta por abajo, provocó un estallido de emoción y de alegría en los tendidos como no se había visto hacia mucho tiempo. ¡Qué hermosura de toro! No flaqueó ni un instante desde que apareció por la puerta de chiqueros hasta que lo arrastraron las mulillas, no vencido sino de vencer cansado. ¿Para cuándo guardará don Trinidad el pañuelo de la vuelta al ruedo para un toro bravo, noble y fiero? ¡Ay si hubiera sido tan rápido para hacerle justicia a “Agitador”, como lo fue para devolver a su hermano salido en tercer lugar, todavía ni se sabe por qué!
Hay que decir en justicia que aunque los seis toros no han embestido como “Agitador” (la plaza se habría convertido en un manicomio), el denominador común de toda la corrida ha sido la buena presentación, la nobleza y la bravura. Lo que ocurre es que torear no es dar pases, y cada toro tiene su faena que el torero debe saber medir y rematar en su momento, antes que se acabe el toro o decaiga el interés del público. ¿Quiere esto decir que los toreros han estado por debajo de los toros, puesto que no ha habido ni una sola vuelta al ruedo? Pues miren ustedes, lamentándolo mucho he de reconocer que sí.
Por lo menos un par de toreros de los actuantes esta tarde, dada la calidad de lo que han tenido delante, se deberían haber encontrado a su llegada al hotel con sendos agentes de la propiedad agrícola-ganadera esperándoles, para ofrecerles las dos mejores fincas de Andalucía. O de cualquier otro lugar de España, que haberlas haylas.
