Ha tenido mérito la temporada de Alberto Aguilar más allá de los números. Esfuerzo y superación del madrileño que no ha vuelto la cara a pesar de encontrarse mermado físicamente y de haber tenido que aprender casi a andar tras una dura cornada sufrida en Cali. Raza de Aguilar. Amor propio, temperamento de torero, espíritu de sacrificio y para el recuerdo una faena en Las Ventas a un toro de Montealto, veinte muletazos por abajo a un animal de Victorino en Ceret y el indulto de otro ejemplar del ganadero de Galapagar en Parla en septiembre.
– “La temporada ha sido muy dura y muy jodida. He superado situaciones límite y además de todo eso no creo que haya sido el año que más suerte haya tenido con mis lotes”
– “La del toro de Montealto es la mejor faena de mi carrera en Madrid y a uno de Victorino en Ceret le pegué veinte muletazos que recordaré siempre”
– “Ser novedad o dejar de serlo, es algo de lo que nos acordamos cuando los toros no embisten. Cuando te embiste uno y lo cuajas, el público te respalda seas nuevo o veterano. Hay mucho de tópico en todo eso”
Lea AQUÍ la entrevista completa en su Revista APLAUSOS Nº 1934