TAL DÍA ESTA SEMANA… 28 DE JULIO DE 1993

Un colosal Dámaso González indulta a Gitanito de Torrestrella en Valencia

Alfonso Ávila
viernes 28 de julio de 2023
Soberbia actuación del diestro manchego; exquisito toreo al natural de Finito de Córdoba y rotundo triunfo de la divisa de Álvaro Domecq

Poco más de media plaza en calurosa tarde de la Feria de Julio de Valencia. Se lidiaron seis magníficos toros de Torrestrella, los cuales fueron todos ovacionados en el arrastre, excepto el silenciado primero. El cuarto toro, de nombre Gitanito, negro bragado, marcado con el número 73, con un peso de 485 kilos, fue indultado. Dámaso González (oreja y dos orejas simbólicas), Miguel Báez “Litri” (palmas y silencio) y Finito de Córdoba (oreja con petición de la segunda y ovación con saludos tras aviso). Álvaro Domecq y Díez, ganadero de Torrestrella, dio la vuelta al ruedo tras el indulto de Gitanito, acompañado de su mayoral Juan Cid y de Dámaso González.

Filiberto Mira, corresponsal de Aplausos aquella tarde en Valencia, escribió: “Sólo un fabuloso muletero, como tal estimo a Dámaso, podía estar a la altura del genial Gitanito. Creo en conciencia que debo calificar de soberbia la faena que le cuajó el coloso manchego a tan excepcional -increíble ver a un toro embistiendo tanto y tan superiormente- astado jerezano (conste que todo el encierro muy bien presentado y cumpliendo en bravo con los caballos). A Dámaso se le otorgaron las dos orejas simbólicas, como premio a una soberbia faena, hasta se le vio una estética en él muy infrecuente”.

Por su parte, el crítico del diario ABC, Vicente Zabala, comentó de este modo la magnífica faena: “El maestro Dámaso González lo entendió perfectamente. De la buena mano de su temple, dejó al toro desarrollar su bravura. Ya desde el primer tercio se había visto que el animal se empleaba con casta y temperamento. No hizo ni una cosa fea. Sus acometidas eran largas y alegres, repitiendo con gran celo, revolviéndose a las salidas de las suertes y buscando con ahínco el engaño que Dámaso le ofrecía, sin dejárselo alcanzar nunca. La faena duró un sinfín de muletazos, sin decaer en ningún momento en su codicia. De pronto el público empezó a levantarse de los asientos y a solicitar el indulto del cornúpeta. El maestro de Albacete lo percibió y generosamente contribuyó con sus miradas a la presidencia a que el usía, don Óscar Bustos, tomara tan difícil decisión. El éxito de Álvaro Domecq y Díez ha sido memorable, histórico”.

Otro momento álgido de la tarde se vivió con la faena de Juan Serrano “Finito de Córdoba” al tercero de la tarde. Filiberto Mira realzaba la faena de esta manera: “Maravillosos sus naturales de la preciosa faena que le logró a Dulzón. Series de cinco naturales largos con la mano baja y cargando la suerte entre clamores del público. Faena de torero grande y bronca al usía por sólo concederle una oreja, cuando se merecía las dos”. El Litri no tuvo su tarde. Actuación muy deslucida del onubense ante dos toros que eran aptos de triunfo.

A las pocas horas del suceso, Álvaro Domecq y Díez, concedía una entrevista a nuestro director José Luis Benlloch, comentado las virtudes de Gitanito: “Ha sido un toro interesante. Tuvo una gran regularidad desde que salió y la mantuvo hasta el final. La fijeza, el galope, la prontitud, el venir de largo… esas virtudes las conservó siempre. Fue un toro que lo hizo todo al galope”.

Tal fue el impacto de Gitanito, que el propio crítico de Aplausos, Filiberto Mira, decía que si fuera miembro de la Diputación de Valencia, pediría en un pleno que en la plaza de toros se pusiera una placa en honor al toro indultado. Pues bien, esa placa está situada recordando tal efeméride en el patio de cuadrillas de la plaza, junto a los dos toros indultados posteriormente, Harinero, de Fuente Ymbro (2006), y Pasmoso, de Domingo Hernández (2017).

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