Hay una mirada positiva a copiar. Copiar lo bueno debería ser obligatorio para la inteligencia humana. En Fallas y en Olivenza, en apenas cinco días, se han programado seis novilladas con el máximo cuidado en nombres y ganaderías. Ese cuidado significa que el novillo ha sido el adecuado, bien elegido, el bueno para ver lo bueno de los novilleros, su posible proyección. José Cutiño y Simón Casas, con su gente, tienen la misma versión y la misma visión de la Fiesta. Una de ellas es la sensibilidad hacia los novilleros, que no consiste sólo en ponerlos, sino en ponerlos bien. Estos dos empresarios, junto a los Lozano, forman un triángulo de peso con visión de futuro respecto al asunto de la cantera. Luego quedan los ayuntamientos que, afortunadamente, aún mantienen sus ciclos de novilladas.