Tiene la hierba en la boca. A decir verdad siempre la ha tenido. A su valor natural y sin alharacas ahora ha unido a su toreo una pausa y serenidad que nos hacen ver que estamos ante una versión evolucionada de Gonzalo Caballero. El madrileño huye de los tópicos y habla con la misma claridad y verdad con la que pisa una plaza de toros. La Maestranza lo vio. Y ahora él está deseando que lo vean en su plaza de Las Ventas.
- “Las Ventas es el templo con mayúsculas, donde merece la pena que pase cualquier cosa, y cuando digo cualquier cosa es cualquier cosa”
- “Ahora mismo estoy con la nevera vacía, voy con un Citroen viejo y roto y le debo dos meses a la casera así que afronté la tarde de Sevilla como si fuera la única de mi vida”
(Foto: Arjona)
