VEA EL VÍDEO DE LA FAENA DE DOS OREJAS Y RABO
El Juli: "Me he emocionado toreando"
Paquiro, cornada de 15 cm. en el costado derecho
El Juli armó el taco y escuchó los gritos de ¡torero, torero! de los cerca de 40.000 espectadores que casi llenaron la Monumental tras la prodigiosa faena que protagonizó ante el séptimo toro del encierro de Xajay, un sobrero de regalo de nombre "Guapetón" al que el maestro madrileño inmortalizó para los restos cortándole el rabo. La faena fue un despliegue de hondura, profundidad, mando, ligazón, inspiración, improvisación... No bajó el diapasón de la faena en ningún momento y lo bordó con ambas manos en una labor que pasará a la historia de los anales del embudo de Insurgentes.
El madrileño, que con el toro anterior tenía como poco las dos orejas en la mano, echó todo a perder con la tizona, pinchando hasta en cuatro ocasiones. Esa su segunda faena fue un compendio de tauromaquia y capacidad lidiadora, pues a un toro de remisa y renuente embestida acabó sacándole faena a base de hacerle romper en muletazos que tuvieron siempre el sello de la casa: poderío y mano baja... Además, brilló con el capote, tanto en el saludo como en el posterior quite por chicuelinas de compás abierto y talaveranas.
Antes, con el castaño que hizo segundo, un toro mansito y acobardado que hirió al subalterno mexicano Paquiro, extrajo todo cuanto tenía el animal en otra faena de mucho tesón, garra y ambición torera, rematada de un soberbio volapié.
Zotoluco, que con el paseíllo de hoy cumplía 1.000 corridas en su haber, no quiso quedarse atrás y paseó una oreja de cada toro que estoqueó -la primera de ellas protestadas- por dos faenas de distinto corte. Más sudada fue la segunda que obtuvo, esa sí que sin ningún voto en contra.
El Payo, por su parte, no terminó de confiarse con su primero y fue silenciado, igual que en el sexto, que le propinó una fuerte voltereta de la que, milagrosamente, salió ileso.
México D.F. (México), 30 de enero. Toros de Xajay, bien presentados y de juego desigual. ZOTOLUCO: Oreja protestada y oreja; EL JULI: Oreja, ovación y dos orejas y rabo; EL PAYO: Silencio en los dos. Entrada: Casi lleno. Se tributó un minuto de aplausos en memoria de José María Luévano. Paquiro fue atendido de "una cornada de 15 cm. en el costado derecho y varias contusiones y golpes en cabeza frente y espalda tras ser cogido en el tercio de banderillas del segundo".
Antes de ser paseado a hombros, El Juli manifestaba emocionado y con la voz quebrada a los micrófonos de Univisión: "He disfrutado una barbaridad. Ha sido una faena inolvidable. Tenía ganas de cuajar algo así. Me he emocionado toreando".

