Que nadie me hable de ortodoxia y heterodoxia en el toreo. Se trata de un arte en toda la extensión del concepto, y por tanto en lo imprevisible y genial tiene su mayor atractivo. De un tiempo a esta parte hay un torero que inventa continuamente y hasta sospecho que, a veces, hasta sin percatarse de que lo está haciendo. Su manera de estar en el ruedo tiene un halo de misterio que le obliga a improvisar y hacer cosas de esas que si las ensayas no te salen. Me estoy refiriendo a Antonio Ferrera que ha pasado de ser para los “entendidos” un torero listo -siempre lo fue- y de tan alegre y bullidor casi ratonero, a meterse a los públicos de España, Francia y América en el bolsillo del chaleco.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2210
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2210 para iPad
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2210 para Android
Acceda a la versión completa del contenido
Un torero con alma
Los mozos de espada de la Comunidad de Madrid han celebrado este sábado en la…
Pasadas las dos de la tarde, en un frío y escueto comunicado, la Real Maestranza…
Tras su estreno en Sevilla, la Peña Francisco Montes “Paquiro” de Chiclana ha presentado el…
Se pone fin a la era Pagés tras noventa años como empresarios de la Maestranza
Un accidente de tráfico se ha llevado la vida de este joven novillero, que ahora…
Colombo hará doblete en su tierra, en una feria en la que debutan los jóvenes…