Con el San Isidro taurino ya en el Cabo de Buena Esperanza, ha quedado patente que si para algo está sirviendo el larguísimo serial es para entronizar definitivamente el toraco de más de seiscientos kilos, como si la casta y la bravura pudieran ser sustituidas por toneladas de mansedumbre y carne trémula. El cenit de tal despropósito lo marcó el pasado domingo día 27 la desesperante corrida de doña Dolores Aguirre. Ese día, la “oportunidad” de Las Ventas fue para Rubén Pinar, Venegas y Gómez del Pilar un caramelo envenenado, con el que la única hazaña posible fue sobrevivir en el empeño.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2123
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2123 para iPad
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2123 para Android
Acceda a la versión completa del contenido
Una gran feria, con chiribitas
El hierro que perteneció a Francisco Rivera “Paquirri”, con el que el llorado diestro inició…
Se dio la corrida Villista de la Revolución en la plaza de toros “Alberto Balderas”…
La terna, por encima de los toros de Villa Carmela que ayudaron bien poco a…
Los mozos de espada de la Comunidad de Madrid han celebrado este sábado en la…
Pasadas las dos de la tarde, en un frío y escueto comunicado, la Real Maestranza…
Tras su estreno en Sevilla, la Peña Francisco Montes “Paquiro” de Chiclana ha presentado el…