El toro y el caballo son señas de identidad de esta ganadería que rinde honores al encaste Murube-Urquijo desde hace ya 60 años. Con una imperecedera fidelidad a un estilo, Campos Peña continúa su peregrinar con 90 vacas y 5 sementales. Es una joya para esta familia que tiene su explotación como fuente de valores y de nexo de unión. De autenticidad. El campo en estado puro. Oda a la tradición. Sin más metas que el disfrute y la satisfacción del trabajo bien hecho.
- “A nosotros nos gusta lidiar más a pie que para rejones. Somos unos enamorados de los caballos pero preferimos lidiar a pie por las muchas virtudes que tiene este animal para hacer el toreo bueno”
- “¿El mercado?, de verdad que no nos preocupa. Nuestro cometido como ganaderos es criar toros, seleccionar y luego disfrutar”
- “Tenemos un lote de vacas y su rastra conviviendo con yeguas y sus crías; es digno de ver el cariño de las yeguas hacia las vacas. Es una convivencia muy bella y a los propios animales les viene muy bien”
- “Ritmo puede tener cualquier toro de cualquier ganadería e incluso de cualquier encaste. Pero el toro de Murube además lo lleva en su genética, lo que hace que ese ritmo al final se convierta en profundidad”
(Foto: Arjona)
