En la ganadería aragonesa de Los Maños, el novillero castellonense Varea volvió a verse las caras con un utrero que estará siempre íntimamente ligado a su carrera y a su nombre: Quejoso, ejemplar que indultó en la Feria de El Pilar de Zaragoza el pasado 7 de octubre. Un reencuentro de emotividad, de sensaciones pasadas que se volvieron a hacer presentes. Se aprovechó la jornada para recordar una tarde para la historia, para compartir recuerdos entre el joven diestro de Almazora y la familia Marcuello, propietaria de la ganadería.
- “Seguramente a lo largo de mi carrera viviré cosas mejores pero como esa ninguna.Todo lo que me hizo sentir Quejoso jamás lo olvidaré”
- “No me asusta la ilusión que se ha generado en torno a mí, pero sí que me responsabiliza. A partir de ahora cada día será un examen”
Lea AQUÍ el reportaje completo en su Revista APLAUSOS Nº 1940