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Victorino Martín en El Toril: “En Madrid hay una parte muy intransigente. Se puede protestar, pero desde el respeto”

Este domingo, el ganadero Victorino Martín participó en el programa radiofónico “El Toril”, de Onda Madrid, para comentar la corrida de toros de Las Ventas, en la que López Chaves, Alberto Lamelas y Jesús Enrique Colombo lidiaron un encierro de esta ganadería.

Victorino Martín comenzó haciendo un balance de la corrida en general: “No es de las que más me han gustado de este año, pero ha habido cosas importantes. Ha habido toros bravos en el caballo, que en la muleta han tenido humillación, han repetido, han embestido, pero de las de casa no ha sido de las que más me han gustado”. No obstante, continuaba, “el ambiente estaba muy duro, se ha exigido demasiado y sobre todo los toreros se han enfrentado a una corrida muy seria, a unos toros duros, complicados, y tampoco se les ha tenido en cuenta ni se les ha respetado”.

Entrando en materia de la afición de Madrid, comentaba: “Hay una parte muy intransigente. Han estado muy duros con todo lo que pasaba. Había toros que se escurrían porque el suelo no estaba muy bien y empezaban a pitar. Ha sido una tarde complicada y hasta desagradable en algunos momentos, porque en un ambiente así no es agradable ver toros”.

“Como abonado de la plaza de Las Ventas, en muchas cosas coincido con la parte dura de Madrid, mi trayectoria como ganadero ha sido buscar ese tipo de toro que ellos exigen”, admitía, “pero también alguien tiene que decirles que ya está bien, que al final su actitud perjudica a la plaza y a todos a los que nos gustan los toros. Eso hay que denunciarlo. Yo por lo menos no me pienso callar”.

En este sentido, dejó clara su postura tanto como ganadero como de aficionado de Las Ventas: “Se puede protestar, se puede exigir, pero siempre desde el respeto y la educación. En un momento dado les he contestado porque me han dicho lo que tenía que hacer. A mí esta plaza me duele, yo aquí he visto toros desde que tengo uso de razón, y ahora es una jaula de grillos, es un manicomio”, apreciaba en el mencionado programa radiofónico.

En cambio, la tarde en la Maestranza la encontró muy diferente: “Me sentí muy a gusto por el respeto y el silencio que hubo”, recordaba. “Me encantó Sevilla y me duele la diferencia que hay con Las Ventas”.