Pese a no estar en Madrid, la ganadería se ha defendido con casta y por el camino de siempre en plazas como Bilbao o Santander. El de Albaserrada sigue siendo ese toro exigente aunque agradecido con los toreros entregados. El nivel de toreabilidad ha aumentado, según el ganadero, gracias al conocimiento que los actuales toreros tienen de este toro.
“El torero de hoy en día conoce cuáles son las características de este toro y sabe con qué recursos enfrentarse”
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