Desigual corrida de Cuvillo, noble pero falta de raza, con dos toros buenos. Ninguno cayó en el lote de Talavante, que se fue de vacío.
GALERÍA FOTOGRÁFICA DE DANIEL CHICOT
Fotos: DANIEL CHICOT
El Fandi galleó vistosamente por chicuelinas para llevar el toro que rompió plaza al caballo. El granadino cuajó su habitual alboroto en banderillas, con un par especialmente bueno a la moviola. La faena de muleta alternó momentos buenos con otros no tan brillantes. Mató de pinchazo, estocada y dos descabellos y saludó una ovación. El Fandi puso toda la carne en el asador con el cuarto, un toro mejor presentado. El quite por zapopinas y un terremoto con las banderillas, colocando hasta cuatro pares que fueron muy celebrados por unos tendidos que se pusieron en pie. El granadino inició su faena de hinojos con hasta siete muletazos de esa guisa. Faena entusiasta por ambos pitones a un buen ejemplar de Cuvillo, larga, bien vivida por el público, que pidió con fuerza la oreja que fue concedida tras la estocada.
José María Manzanares se gustó en el recibo capotero a la verónica al segundo. Fue el de Cuvillo un toro noble pero escaso de transmisión que derribó en la primera vara. El alicantino lo toreó por momentos muy bien sobre ambas manos, especialmente buenos los pases de pecho. Sin obligarlo, cuidándolo mucho construyó una obra correcta pero sin emoción que finalizó de pinchazo y estocada.
Manzanares saludó al quinto con verónicas y tafalleras muy aplaudidas. Buen toro de Cuvillo, repetidor, con el que el alicantino cuaja un inicio de faena muy torero y templado, que hace arrancar la música. Empaque, sabor y temple en un trasteo de mucho gusto y alto nivel artístico. Dulzura y sentimiento en los muletazos, torería a la hora de entrar y salir de la cara del toro. Con las dos orejas ganadas, marró con los aceros y el público le obligó a dar una vuelta al ruedo muy jaleada.
El tercero fue devuelto por flojo. Alejandro Talavante optó por correr turno, dejando el sobrero para el sexto lugar. No pudo brillar con el capote y principió su faena por estatuarios. El toro tuvo muy poco celo y no colaboró, optando el extremeño por abreviar en su labor, siendo silenciado tras la estocada. Con el sobrero que hizo sexto, Talavante echó las rodillas al suelo para principiar su labor. Poco más que hacer. Sin raza ni empuje el de Cuvillo, no permitió a Alejandro mostrar su buen momento.
Nimes, 23 de mayo de 2015. Toros de Núñez del Cuvillo, justos de presentación y poco juego en líneas generales salvo 4º y 5º, buenos. El Fandi, ovación con saludos y oreja; José María Manzanares, ovación con saludos y vuelta al ruedo tras aviso; Alejandro Talavante, silencio en su lote. Entrada: Casi lleno. El público obligó a saludar una ovación a Manzanares en recuerdo de su padre antes de salir el primero de su lote.
