La Revolera

La madre del torero

Paco Mora
miércoles 06 de julio de 2016

¡Qué poco escribimos de las madres de los toreros, con tanto que se lo merecen! Injusticia grande, porque si alguien sabe lo que es sufrir de verdad es la madre del torero…

A mi edad puedo permitirme la licencia de escribir sólo de aquello que me motiva y dejar de hacerlo por obligación, más o menos personalmente asumida, como exigencia profesional inherente a quienes hemos sido toda nuestra vida periodistas, solamente periodistas y nada más que periodistas.

La novillada con que dio comienzo la Feria del Toro de Pamplona de 2016 pasó por mi sensibilidad de aficionado sin romperla ni mancharla. Lo importante fue el escenario, que no por cada año repetido deja de llenarle a uno el alma de cascabeles tintineantes. ¡Qué afición! ¡Y qué organizadores los de los Sanfermines¡ Mientras haya gente así, las fuerzas del infierno no prevalecerán contra la Fiesta de los Toros. Pero vamos a lo que íbamos. Como no vi nada extraordinario en lo taurino me dio por acordarme de las madres de los toreros. ¡Qué ducas no estará pasando la señora madre de los Adame, con un hijo matador de toros de éxito, otro novillero con posibilidades de acompañar pronto en los carteles al hermano mayor y el más pequeño que acaba de debutar con picadores! ¡Qué poco escribimos de las madres de los toreros, con tanto que se lo merecen! Injusticia grande, porque si alguien sabe lo que es sufrir de verdad es la madre del torero…

Ayer tarde no se me quitaba de la cabeza la madre de los valencianos hermanos Blázquez con tres hijos toreros en activo buena parte de su vida, y la de los Fabrilo, con dos hijos inmolados en el altar del toreo. La “señá” Gabriela, madre de los Gallo, con marido e hijos consagrados al arte de la lidia de toros bravos y el más importante de ellos, Joselito, inmortalizado en Talavera. Las que parieron las dinastías de los Dominguín y los Ordóñez. ¡Qué angustia debe ser ver anunciados a tres hijos en diferentes puntos del mapa taurino, en la misma tarde de verano! Todo eso me dio por pensar ayer mientras evolucionaba por el ruedo Luis David Adame, y notaba cómo la inquietud torturaba a su hermano José sentado en un burladero de callejón junto a Manuel Martínez Erice. También atento a lo que sucedía en el ruedo, pero de otra manera. ¡Qué vamos a hacer, si ayer me dio por pensar que si alguien puede recordarnos a la Mater Dolorosa del mártir del Gólgota, son las madres de los toreros!

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando