GALERÍA FOTOGRÁFICA DE GLEZ. ARJONA
Fotos: GLEZ. ARJONA
Abrió plaza un toro poco codicioso, parado de salida y ante el que Diego Ventura tuvo que poner todo des u parte Lo fue encelando con Lambrusco hasta acabar toreándolo con templanza a base de llegarle mucho a lomos de Nazarí y Fino. Expuso con las cortas a lomos de Remate. Un rejonazo con derrame fue suficiente para cortar la primera oreja. El cuarto fue otro toro parado, manso y de escaso celo. Ventura, a base de exposición y pisar terrenos de mucho compromiso, se mostró de nuevo muy por encima de su oponente. Con Sueño cuajó un tercio de banderillas extraordinario. Seguridad, confianza y plenitud del rejoneador sevillano. Muy meritorio todo lo que hizo. Tras un certero rejonazo, se le pidieron las dos orejas que el palco dejó en una.
Una oreja le arrancó Juan José Padilla a su primero de Salvador Domecq, un toro al que recibió con dos largas cambiadas. Se estiró bien a la verónica el jerezano antes de banderillear con facilidad en dos pares de poder a poder y un tercero al violín. Decidido desde el primer instante, abrió la faena de rodillas en una labor comprometida, esforzada y de notable disposición ante un animal bajo de raza. El segundo de su lote fue un toro sin fondo ni clase al que cuajó un buen tercio de banderillas. El de Salvador Domecq llegó al último tercio aplomado y con las fuerzas al límite. Padilla hizo un esfuerzo dentro de una labor de más disposición que lucimiento por las condiciones del toro.
El tercero metió muy bien la cara en el saludo capotero a la verónica de López Simón, que lo dejó crudo en el caballo. Tomaba bien el engaño el de Salvador Domecq, que tuvo raza y desarrolló nobleza en la muleta. El madrileño consiguó una serie al natural muy lograda dentro de una faena larga y cuyo epílogo fue en terrenos de cercanías con espaldinas, circulares invertidos… Mató de una estocada en la suerte de recibir, un descabello, tardó en doblar el toro y cayó la oreja. El sexto fue un toro distraído y que se rajó a las primeras de cambio. Buscó siempre los adentros y en ese terreno López Simón se pegó un sincero arrimón en una labor de cercanías. Entrega y seguridad del madrileño que toreó con templanza y se metió entre los pitones de su oponente. Se volcó en la suerte suprema, cobrando una buena estocada y paseando las dos orejas. Cayó de pie en la Plaza Real.
El Puerto de Santa María, domingo 24 de julio de 2016. Toros de Hnos. Sampedro, para rejones, desrazados, sin celo ni codicia; y Salvador Domecq, correctos de presentación, nobles y faltos de raza. Diego Ventura, oreja y oreja con petición de la segunda; Juan José Padilla, oreja y vuelta al ruedo; López Simón, oreja y dos orejas. Entrada: Media plaza.
