Una corrida concurso de ganaderías es una fórmula. Mercantil, matemática, religiosa. Una idea, en el mejor sentido de la palabra, antigua. No tanto el concurso como la alternancia de hierros. No digamos encastes. Los concursos -o las corridas de ocho o seis hierros- son más antiguos que los encastes. Un concurso no es más que una concurrencia. Competencia, rivalidad, contraste, variedad. Eso gusta.
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