Los viejos toreros siempre comentan, cargados de añoranza, que en la localidad zamorana de Toro, famosa por sus afamados caldos y la monumentalidad que atesora su casco histórico, tenía un coso taurino que era una maravilla, de estructura semejante al de Ronda, aunque aquel de piedra y el de la localidad castellana íntegramente de madera. Lo hablaban en pasado, después de que durante muchos años estuviera cerrada, en estado de ruina y todos la daban por perdida. Ahora, se vuelve a abrir una etapa ilusionante.
La plaza, una de las más antiguas de España y declarada BIC, acogió corridas de toros desde 1828
El alcalde Jesús Sedano ha sido el gran impulsor de una reforma cuyo presupuesto alcanza casi los tres millones de euros
El próximo 18 de julio se reinaugurará el coso con un cartel de lujo: Enrique Ponce, Leandro y Perera
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