Pañoleto, de Partido de Resina, estaba entre los toros que la ganadería tenía previstos para lidiar en 2020 en Madrid. Finalmente fue imposible por la pandemia. Además, en una pelea en el campo quedó tuerto del ojo izquierdo y fue tentado en la ganadería el pasado sábado por Esaú Fernández.
En el tentadero se probaron varios útiles de lidia, como la puya cuadrangular diseñada por Manolo Sales y el veterinario Julio Fernández. Se usaron dos puyas con pirámide cuadrangular y diferente medida de porción penetrante, una de 67 mm en los dos primeros puyazos y otra de 60 mm para el tercero. Además, en el estribo derecho de la montura del caballo se acopló una funda recubierta con kevlar y acolchada para minimizar los impactos y tapar el color del estribo, que según los defensores de este nuevo sistema llama la atención de muchos toros.
Pañoleto, cárdeno, número 43, de 2016, fue picado por Pedro Iturralde y recibió tres puyazos. Las heridas por puyazos fueron pequeñas y los veterinarios esperan que en 10 días se le dé de alta y pueda empezar a cubrir vacas. “Cuando se pica bien, con temple, sin mete y saca y sin barrenar, el toro tiene otro comportamiento. Lo venimos observando prueba tras prueba…”, aseguran los creadores de la puya. En la muleta fue lidiado por Esaú Fernández, que demostró su buen momento y supo extraer todas las virtudes del toro y, a pesar de su defecto de visión, su comportamiento gustó tanto al ganadero José Luis Algora que decidió dejarlo como semental y en unos días estará con su lote de vacas.
