La FIT ha llegado y ojalá que para bien. Que sea inversión para la Fiesta, promoción, vida, futuro y no sólo interés particular, monopolio y freno a la libre contratación. Me cuesta creer que un hombre tan importante, tan rico y tan aficionado, como dicen que es el empresario Bailleres, venga a la Fiesta en nuestro país, que al fin y al cabo es la madre de la Tauromaquia y muchas cosas más, a hacer negocietes o a inflar su ego con el asunto taurino. Me parece poca y frugal cosa para quien debe estar por encima de estas historias. Ojalá, insisto, que estemos ante alguien que se mueve más por un sentimiento que por dinero o poder. Cosas que ya tiene, supongo que de sobra, ganadas en otras parcelas de la vida y la economía.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 1948
