Morante de la Puebla, El Fandi y José María Manzanares han paseado un trofeo cada uno en el festejo celebrado esta tarde en la plaza de toros de Badajoz. El sevillano puso la torería, el granadino la entrega y el alicantino el empaque en una tarde condicionada por el escaso juego de la corrida de Juan Pedro Domecq.
Morante de la Puebla no se dio coba con el deslucido juampedro que abrió plaza, pero en el cuarto derrochó arte a raudales tanto en el exquisito saludo capotero a la verónica como en el posterior quite por chicuelinas. Luego, muleta en mano, dejó goterones y detalles de su personalísimo y muy torero concepto del toreo, con pasajes sueltos y muletazos dignos de ser plasmados por los mejores artistas. El toro, noble y de poca fuerza, le permitió dar rienda suelta a sus sentimientos en una labor que, de no ser rematada de pinchazo hondo y dos golpes de verduguillo, habría sido premiada con las dos orejas.
El Fandi también tocó pelo. Fue a la muerte del segundo, un toro con tanta calidad como justas fuerzas con el que dejó templados y asentados muletazos después de haber brillado con el capote y haber banderilleado con espectacularidad. El quinto, bronco y avisado, le impidió redondear. Eso sí, volvió a dejar constancia de su poderío y variedad con el capote y las banderillas.
Manzanares paseó la oreja del tercero por una labor presidida por la entrega y el buen oficio, que le permitió resolver los problemas y complicaciones que planteó el de Juan Pedro. Se tiró a matar como un cañón aunque la estocada, de efectos fulminantes, quedó algo caída y tendida. Con el que cerró plaza, un animal muy descastado, no pudo más que intentarlo, pero sin resultado.
Badajoz, 22 de junio de 2010. Toros de Juan Pedro Domecq, de poco juego salvo 2º y 4º. MORANTE DE LA PUEBLA: Pitos y oreja con petición de la segunda; EL FANDI: Oreja y palmas; MANZANARES: Oreja con fuerte petición de la segunda y palmas. Entrada: Más de media.