No tenemos otro mundo al que podernos mudar. Frase de mi Dios personal, García Márquez, que comparto tanto como escribo. Es el que tenemos, el que por tiempo y espacio nos toca vivir. Este que tenemos, actual y único, nos frustra y se nos hace espina. Duele y quema. Pero tenemos esto y no otro y con él debemos lidiar. El del toro, micromundo, es el que tenemos y no otro al que poder viajar y pedir nacionalidad para mudarnos de mundo. Así es. Sólo hago un apunte a todo esto: el mundo lo hacemos los hombres y las mujeres.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 1943
