El matador de toros albacetense Juan Martínez pronunció un brillante y emotivo pregón taurino en el Teatro Circo de la capital castellano-manchega que supuso el primer acto de la inminente feria de Albacete que comienza el próximo 8 de septiembre. Fue presentado por el periodista Pedro Piqueras en cuya alocución valoró la carrera artística del torero, al que le une una fuerte amistad desde la infancia, recordando ya la pasión de ambos por la tauromaquia. Manifestó la dimensión estética como fundamental eje de la expresividad artística desde joven del matador albacetense. “Había torero en nuestra calle y se llamaba Juan”, dijo el afamado periodista de Albacete, recordando además las recientes palabras del testigo de la ceremonia de alternativa de Juan Martínez, el salmantino Santiago Martín “El Viti”: “Tu amigo era un torero muy serio que tenía unas condiciones artísticas extraordinarias”.
Juan Martínez agradeció el nombramiento de pregonero taurino, “es un honor”, dijo, destacando a continuación que la feria de Albacete, tal y como es en la actualidad, “no es fruto del azar ni de que alguien se despertó una mañana y dijo hágase la feria ni de un milagro de la Virgen de los Llanos o de la Cortes, sino de una serie de factores que han hecho que a lo largo de los años se haya consolidado como una de las más importantes de la temporada taurina en España. En primer lugar hay que constatar que Albacete, desde aquel mancheguito del siglo XIX, ha sido y sigue siendo una fuente continua e inagotable de toreros desde Pedrés, a Juan Montero y Chicuelo II, Manuel Amador, Cabañero, los pioneros que insuflaron la afición en varias hornadas de jóvenes, deslumbrados por el brillo de aquellas grandes figuras que continuaron en generaciones venideras, Dámaso, Sebastián Cortés, Rafi de la Viña, Manuel Caballero, seguidos de Manuel Amador, Andrés Palacios, Sergio Martínez, Miguel Tendero, Abraham Barragán, Rubén Pinar, Sergio Serrano y los más nuevos como José Fernando Molina”.
Recordó de forma emocionada la tarde de hace cincuenta años cuando Paco Camino y El Viti le hicieron matador de toros. “Quedó impreso para siempre en mi memoria y en mi corazón… Ser torero, crear belleza dominando a una fiera, es una experiencia casi mística. Aquella tarde luminosa de feria, vi cumplido el sueño que tiene todo aquel que emprende la aventura de ser torero, el sueño que me acompañó desde aquel lejano día en que por primera vez me puse delante de una becerra en el Cortijo del Campo, la casa de mi compadre y amigo Daniel Ruiz, un genio de ganadero, y a quien no agradeceré los suficiente todo lo que me enseñó sobre los misterios de la bravura. Mi padrino Paco Camino, al que se va a recordar y añorar durante generaciones, el maestro, me había investido como matador de toros en presencia de El Viti, me había deseado suerte y me había advertido que llegar arriba es tan difícil como hablar con Dios, y que te conteste. ¡Qué razón tenía! Al toro de mi alternativa le corté las dos orejas después de una faena de inspiración y una estocada en todo lo alto. ¡Qué felicidad! Aquella vuelta al ruedo era lo más parecido a un paseo por el cielo. Tenía 18 años. Ser torero ha sido para mí una filosofía de vida que me ha guiado y me ha dado vivencias, situaciones, y sobre todo amigos, que de otra manera nunca hubiera tenido. Y nunca, nunca, podré agradecer suficiente a mi madre, a Angelita la bendición de parirme para ser torero”, destacó el pregonero.
Resaltó el valor cultural de la tauromaquia “la corrida, la fiesta de los toros, es el color, la alegría, la música, el arte, la belleza, pero también el riesgo, la dificultad, el drama. No es casualidad que esta puesta en escena, este teatro donde, como dijo Hemingway se muere de verdad, se lleve representando durante cientos de años. Tenemos que poner en valor toda esta manifestación cultural, sin complejos, incluso por encima de aquellos que pretenden acabar con ella aireando teorías sesgadas y manipuladas, a los que hay que respetar, por supuesto, pero también exigir ese mismo respeto para nosotros con firmeza y determinación”, añadió Juan Martínez.
En el acto del pregón intervino el alcalde de la ciudad, Manuel Serrano, finalizando con un concierto de pasodobles a cargo de la banda de música titular de la plaza de toros, dirigida por Alberto Nevado.