REPORTAJE DE LA GANADERÍA

Albarreal, toros para el buen toreo

En Juan Esteban y El Campillo pasta una espectacular camada en la que, si el coronavirus lo permite, como novedad, un encierro viajará a Lima
Carlos Crivell
miércoles 01 de abril de 2020

La ganadería de Albarreal mantiene su línea fiel a los principios ganaderos de sus propietarios, la familia García-Palacios. El representante es Guillermo, un empresario que contagia su pasión en todas sus actividades, ya sean empresariales o ganaderas. Ahora su marca es Albarreal, reses de procedencia Marqués de Domecq y Juan Pedro. Cumplen veinte años con este ganado y trabajan para conseguir días de gloria en los ruedos.

Fotos: ARJONA

“La historia ganadera de mi familia comenzó con mi abuelo y mi tío abuelo en los años cuarenta, en los que, debido a la necesidad de pastos, alquilan una finca en Trebujena. En los años 90 mi padre tomó el mando en la gestión de nuestras fincas y decide tener una ganadería brava. Compró un hierro y Litri le vendió Concha y Sierra”. Los toros de la mítica y legendaria ganadería llegaron a San Bartolomé. En 1999 compró la Dehesa de Juan Esteban en la sierra y entonces se pudo comprar ganado de procedencia Marqués de Domecq y Martelilla. “Le pusimos el primer año José Luis García Palacios e hijos, pero luego cambiamos al de Albarreal. Tanto mi hermano José Luis, con la gestión más directa en lo de Concha y Sierra, como yo con Albarreal, siempre hemos querido que esto fuera un núcleo donde unir y hacer familia y darle la posibilidad a los más jóvenes de la casa de disfrutar de esta afición”.

En el año 2019 se lidiaron treinta y dos toros con el hierro de Albarreal, así como una novillada en Almadén de la Plata. Antes de realizar un análisis pormenorizado de la camada, el ganadero tiene un recuerdo emocionado a la figura de su padre, José Luis García-Palacios, fallecido en noviembre de 2018. “Ha sido un año especial porque era el primero sin la figura de mi padre. No me puse la gorrilla de ganadero hasta muy avanzada la temporada, porque no tenía apetencia de ello. Toda nuestra actividad como ganaderos siempre ha estado presidida por su figura, de forma que su ausencia era un golpe muy duro. En los primeros meses del año no tenía mucho interés en los asuntos de la ganadería. Dios aprieta, pero no ahoga. El año nos tenía reservado la presentación en nuestra querida plaza de Huelva. Son claroscuros como la misma vida. Ahora, una vez que he recobrado toda la ilusión y honor de mi padre, todos seguimos en la línea que nos inculcó”.

Guillermo analiza con detalle el juego de sus toros en la pasada temporada. “Lidiamos un toro en Algeciras al que David de Miranda le cortó las dos orejas. Me lo pidió José María Garzón y salió muy bueno. David se lució y el toro respondió. Fue una gran satisfacción”.

“Ha sido un año especial porque era el primero sin la figura de mi padre. No me puse la gorrilla de ganadero hasta muy avanzada la temporada, porque no tenía apetencia de ello”

El compromiso de Huelva en las Colombinas tenía connotaciones especiales. Se trataba de la presentación de la ganadería en tierras onubenses. Guillermo valora las sensaciones: “Me pareció una buena corrida en su conjunto, pero me llenó de alegría el triunfo de Pablo Aguado. De las tres tardes grandes de este torero en la temporada, no cabe ninguna duda de que esa corrida de Huelva fue una de ellas”. Se refiere a los triunfos en Sevilla, Ronda y, naturalmente, Huelva. “Hacía mucho tiempo que no presenciaba una plaza disfrutar tanto con un torero. Creo que los toros colaboraron en las dos obras de arte que realizó Pablo, sobre todo la que hizo a su primer toro, al que le podía haber cortado el rabo si acierta con la espada”.

“En esta corrida de Huelva -prosigue el ganadero -, sucedió algo para mí muy novedoso. Cuando iba a salir el segundo toro de la tarde, este animal abrió la puerta de chiqueros del toro quinto y, ya juntos, se pegaron una paliza. En la plaza comprobamos que tardaba en salir al ruedo, pero no se conocían los detalles. Cuando el toro salió, el presidente sabía lo sucedido y lo devolvió, en mi opinión de forma precipitada. Salió un sobrero de otra ganadería y no pude lidiar la corrida completa”.

Esa corrida en Colombinas será inolvidable para Guillermo. “Además del triunfo de Pablo, esa tarde se recordó la memoria de mi padre después del paseíllo. La corrida fue agradable para la terna y si aciertan al matar el balance habría sido mayor”.

A partir de esa tarde, el año de Albarreal se concentró en plazas como San Roque, Socuéllamos, Almazán y Albox, además de la novillada de Almadén de la Plata. “Estas corridas en plazas de tercera se dejaron mucho, fueron bien aprovechadas por los matadores y se cortaron muchas orejas. La realidad es que la del año pasado no ha sido una temporada de especial significación para nosotros. Si tuviera que ponerle nota a la camada sería de aprobado alto, como un seis. No ha habido toros malos ni tampoco muchos excepcionales, salvo el primero de Aguado en Huelva, el número 7, de nombre Banderillero, que me encantó”.

“A nosotros nos gusta un toro que permita torear muy bien. Para ello lo buscamos bajo, armónico y rematado. En cuestiones de hechuras, nuestra ganadería está pensada para que se les puede torear con calidad”

El aprobado del ganadero no puede ocultar que “es verdad que ha sido un año raro por muchos motivos”. Llega el momento de profundizar más en el momento de Albarreal como ganadería de reses bravas. “A nosotros nos gusta un toro que permita torear muy bien. Para ello lo buscamos bajo, armónico y rematado. En cuestiones de hechuras, nuestra ganadería está pensada para que se les puede torear con calidad. Es verdad que en los últimos años estamos intentando subir algo el volumen y la cara, aunque sin perder la armonía”. Con respecto al comportamiento, “nos agrada un toro que galope, con obediencia a los engaños. Nuestro punto de vista como aficionados está más cerca del toro bueno que del toro agresivo”.

La ganadería de Albarreal está formada con reses de procedencia del Marqués de Domecq y de Juan Pedro Domecq, “más del Marqués, aunque con el paso del tiempo están muy mezclados. Compramos 74 vacas y dos sementales en primer lugar; luego añadimos otras veinte vacas. Ahora la ganadería tiene unas 250 vacas”.

“Es verdad que en los últimos años estamos intentando subir algo el volumen y la cara, aunque sin perder la armonía”

¿Es el número ideal de cabezas para una ganadería como Albarreal? “Ahora mismo es el número más idóneo. Aumentar, en las circunstancias actuales, es una temeridad. Los toreros están cerrando mucho el círculo de ganaderías a las que se enfrentan. Es un problema muy serio porque pueden quitar la afición a muchos criadores de toros. Con dobletes y tripletes de ganaderías en las ferias, a las ganaderías de segunda línea como la nuestra se nos impide lidiar en muchas plazas”.

Guillermo García-Palacios ha puesto el dedo en la llaga, pero avanza en su razonamiento. “Entiendo que una figura elija el toro que le gusta o que mejor se adapta a sus condiciones, es un derecho que se han ganado, pero pienso que es un error que maten dieciséis corridas del mismo hierro. A lo largo de la historia, las figuras han elegido sus toros, pero repartiendo más su elección”. Según el ganadero, “cuando algunos veamos que tenemos las puertas cerradas, en un momento tan delicado como el actual, acabaremos aburriéndonos y dedicándonos a otra cosa”.

No encuentra soluciones a este problema, pero abunda en que “también es un problema de los apoderados, que tienen miedo a que sus toreros se pongan delante de una corrida de menos nombre y no salgan buenas. Si sale mala de una de las de siempre, no pasa nada. Si la mala es una nueva, la bronca del matador se escucha en toda España”.

Ya en esta dinámica de la charla se ocupa de otros problemas, “aunque van todos juntos. Hay que posibilitar que haya contratos para toreros nuevos, los novilleros no pueden ir a Madrid sin haber toreado en otras plazas. Para que haya toreros nuevos hay que organizar novilladas y darles oportunidades a matadores jóvenes. La afición quiere novedades en los carteles”.

“Nuestro punto de vista como aficionados está más cerca del toro bueno que del toro agresivo”

Como criador de toros joven, tiene referentes a los que admira y que son, de alguna forma, sus ejemplos. Habla de Gonzalo Domecq, “del que aprendí mucho en sus años de Martelilla. Manejaba perfectamente la ganadería y su concepto era muy coherente. Su manera de trabajar con el toro se asimilaba mucho a lo que yo pienso”. También tiene palabras para Álvaro Núñez Benjumea, tanto tiempo ligado a Núñez del Cuvillo: “Ha sabido unir su afición para criar un tipo de toro con una vista comercial de categoría. Es una persona que es capaz de llevar una ganadería muy amplia en su mente y llevarla a la perfección”.

Le gustaría poder compartir los sementales con otros compañeros, “pero es un tema delicado. Me gustaría saber que me traigo un producto muy bueno. Ya en una ocasión sufrí la llegada a casa de algunos sementales de procedencia poco atractiva y de poca credibilidad. No es fácil. Los ganaderos somos especiales. Tenemos ahora veinte sementales, la ganadería está abierta y podemos seguir adelante con nuestros productos”.

“Me gustaría que la plaza de Sevilla nos diera una oportunidad pronto para lidiar una corrida de toros”

Mirando al pasado, García-Palacios está satisfecho porque ha resuelto algunos problemas que se presentaron en su momento, sobre todo los relacionados con la alimentación y la sanidad. “La alimentación del toro tiene una gran importancia. Creo que ya todos los ganaderos estamos en la misma onda. Con relación a la sanidad, recuerdo que tuvimos dos parones muy serios con la tuberculosis provocada por la caza mayor. Hace unos quince años tuve que matar por ese motivo los ocho sementales que teníamos. Y también cincuenta vacas. Aquello fue un drama. Tuvimos que sacar tres sementales nuevos de golpe para seguir. No fue fácil. Al final, quitamos buena parte de la caza mayor, mejoramos la seguridad de la finca y se solucionó el asunto”. La apostilla final es que “también hoy es necesario mover mucho a los animales”.

Albarreal se ha consolidado como una divisa de garantías. Sin embargo, el representante de la divisa tiene un anhelo lógico. “Me gustaría que la plaza de Sevilla nos diera una oportunidad pronto para lidiar una corrida de toros. De hecho, ya estoy preparando una corrida que pudiera tener sitio en Sevilla en 2021 o bien al año siguiente. Sería un sueño cumplido. En plazas de segunda nos encontramos muy a gusto, pero también entiendo que, como ganaderos, queremos tener la opción de lidiar en la plaza de Madrid en algún momento. Pero el sueño primero es Sevilla, donde ya hemos podido llevar novilladas y ahora la meta es una corrida de toros”.

La familia García-Palacios fue propietaria de la ganadería de Concha y Sierra. Esta legendaria divisa fue vendida en 2013 al empresario francés Jean-Luc Couturier. El tiempo que estuvo en manos de la familia es recordado por Guillermo con emoción. “Nos hacía mucha ilusión levantar esa ganadería, pero también es cierto que las circunstancias no ayudaron mucho. La crisis de los años 2007 y 2008 afectó mucho. El valor de las corridas de Concha y Sierra, igual que el de otros encastes, se vino abajo. No podíamos lidiar apenas y tuvimos que venderla, muy a nuestro pesar”.

Lima, la novedad para 2020

Con relación a las previsiones para el año 2020, todavía tan incierto, el ganadero de Albarreal asegura que “la conformación de nuestro calendario se hace siempre de primavera en adelante”. La gran novedad de este año es la plaza Acho, en Lima. “Parece ya confirmado que lidiaremos en Acho y aunque será una corrida en noviembre, los toros se embarcarán en verano”. Del resto de la temporada, habla Guillermo de que “hay plazas en las que estamos pendientes de conocer las empresas que las regentarán. Algunas que han hablado con nosotros están a la espera de saber si les concederán la plaza”. Antes de la irrupción del coronavirus parecía confirmada su presencia en Granada y Huelva, “donde repetiremos y es algo que nos ilusiona mucho”. También esperaban acudir a Málaga, “porque tenemos una corrida apropiada para La Malagueta”. El empresario Jorge Buendía se llevará otra para una plaza de tercera; es posible que lidien en Guadalajara y El Guajareño ha comprado otra. “Tenemos unos 60 toros preparados, de los que pueden salir siete u ocho corridas de toros. También lidiaremos alguna novillada”.

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