LA OPINIÓN DE PACO MORA: “El Petronio del toreo”
Fotos: ARJONA
Alejandro Marcos recibió por verónicas a Esaborío, el burel de su alternativa. El de Olga Jiménez mostró celo en varas. Tras la ceremonia del doctorado brindó la faena a su familia, presente en el coso de Cuatro Caminos. Comenzó la faena con doblones hasta llevarlo a los medios. En la primera serie consiguió meterlo en la muleta, aunque sin conseguir templar la embestida ya que el toro no paraba de revolverse y reponer. Encadenó un par de series por ese lado antes de torear al natural. Con la mano zurda, dio tiempos entre muletazo y muletazo y llegaron los pasajes de más calidad. La serie final tuvo sabor añejo. Mató tras dos pinchazos y fue silenciado.
Casi 650 kilos pesaba el sexto, que salió rematando en los burladeros y desde el primer capotazo metió bien la cara en el engaño de Alejandro Marcos. Lució el salmantino a la verónica, también en el quite por chicuelinas, llevando antes al toro galleando al caballo que montaba Óscar Bernal, que se agarró con acierto. El toricantano brindó al público y arrancó su faena de rodillas en el tercio. Al ritmo de Nerva y sobre ambos pitones, Marcos fue hilvanando una faena cargada de emoción y sentimiento. La exposición y valor del torero calaron hondo en la afición santanderina, que tras una estocada tras haber pinchado pidió y obtuvo para el torero el doble trofeo.
Manzanares se justificó durante la lidia del segundo, con el que no tuvo opción alguna de triunfo ni de lucimiento. Labor de conocimiento y técnica, condicionada por la poca transmisión del ejemplar que salió por chiqueros. Estocada certera al segundo viaje.
Manzanares supo meterse en el canasto al de Olga Jiménez que hizo cuarto en una faena de mucho temple, conocimientos y clasicismo. Poco a poco consiguió que las medias embestidas del astado fuesen entrando en la muleta. Bordó el toreo en las últimas series, sobre ambas manos además. Mató de una espectacular estocada ejecutada en la suerte de recibir. Fanfarrón, que así se llamaba el animal, fue aplaudido en el arrastre.
Recibió Talavante a pies juntos al tercero con un ramillete de verónicas de gran calidad. Tras un puyazo, lo sacó del caballo y realizó un gran quite por saltilleras en los medios, templado y con gusto. Inició la faena de muleta con una serie de estatuarios soberbia, templada, sosegada… Depravado, de Hermanos García Jiménez, embestía despacio, permitiendo a Talavante dejar constancia del gran momento que atraviesa. Calidad de toro y torero. Simbiosis en Cuatro Caminos. Elegancia, temple, improvisación… toreo caro del pacen, que coronó su labor con una estocada de perfecta colocación. Descabelló tras el primer aviso. Oreja y leve petición de la segunda. Palmas en el arrastre al toro.
El quinto, de justo trapío, resultó falto de clase, pero Talavante le enseñó a embestir desde la media altura. Faena de recursos, con buena improvisación, combinada con conocimientos propios de un maestro. Talavante dejó fluir su concepto, deleitando a los aficionados y distinguiendo entre cantidad y calidad. Estoconazo hasta la bola al segundo intento. Marró con el descabello una faena de triunfo tras el primer aviso.
Santander, martes 25 de julio de 2017. Tercera de la Feria de Santiago. Toros de Hnos. García Jiménez (2º, 3º y 5º), Olga Jiménez (1º y 4º) y Peña de Francia (6º). Desiguales de presentación y juego. José Mari Manzanares, palmas tras aviso y dos orejas; Alejandro Talavante, oreja con leve petición de la segunda y ovación con saludos tras aviso; y Alejandro Marcos, que tomaba la alternativa, silencio tras aviso y dos orejas. Entrada: Lleno aparente en tarde soleada. Marcos tomó la alternativa con el toro Esaborío, nº 77, negro, de 503 kilos y nacido en 02/13, con el hierro de Olga Jiménez. Saludaron tras banderillear al segundo Rafael Rosa y Luis Blázquez. Gran par a cargo de “Boni” en el sexto.