Trece años después de su debut con picadores, el alicantino Alfredo Bernabéu cumplirá este sábado el sueño que tantos años le ha costado conseguir: tomar la alternativa en un cartel de lujo. Y en Villena, adonde volverán los festejos cinco años después. El novillero habla de su travesía en el desierto y de este día clave. Sin temor a lo que pueda venir en el futuro.
-¿Cuánto esfuerzo y sinsabores le ha costado llegar hasta el sueño de la alternativa?
-En 2011, cuando debuto con picadores con López Simón y David Galván, me encuentro que salgo al mundo real y no entiendo el sistema. Poco a poco lo fui consiguiendo, a base de luchar, de contactar con gente, de irme a vivir temporadas a Jaén, a Sevilla, a Salamanca… Ya en 2017 volví a torear la siguiente novillada, de Prieto de la Cal, toda una hazaña después de haber estado tanto tiempo en el campo, eso sí, sin dejar de entrenarme y conocer al animal.
En 2019 conseguí torear dieciséis novilladas, que es el año que más toreo. Después vino la pandemia: ese año ya estaba yo para ir a Madrid, tenía varias cosas, estaba ya tocando la alternativa en Alicante porque estaba consiguiendo novilladas antes de la feria. En la misma pandemia toreé novillos, toros, para no parar, pero en 2021 fue un volver a empezar. Toreé tres novilladas y conseguí terminar el cupo de novilladas que hacían falta para la alternativa.
-Este 2024, buscando entrar en las ferias, le surgió la posibilidad de tomar la alternativa en Villena, un municipio en el que hace cinco años que no se celebra una corrida de toros.
-Es un sueño cumplido porque es un cartelazo, un pueblo que me transmite un cariño brutal, los compañeros que son, la ganadería que es…
-Usted mismo ha comentado que pasó de torear dieciséis novilladas en 2019 a tan sólo tres en 2021. ¿En algún momento pensó en tirar la toalla?
-No, nunca. Sí que lo he visto negro, lo he visto difícil, pero no sé por qué tengo algo dentro que me lleva siempre a pensar que hay luz y he ido detrás de eso. Aparte, como tengo esa mentalidad de que todo es estrategia -aunque haya una parte de suerte, claro está- pues he tenido que ir cambiando de estrategia y así me he reinventado cada año. De hecho yo he tenido equipos, no han salido bien las cosas y he tenido que volver a montar el equipo, reinventarme, volver a hacer…
-A propósito del cartel de su alternativa, tendrá como padrino a José María Manzanares y como testigo a Roca Rey. ¿Se siente de alguna manera intimidado o presionado?
-Lo afronto con naturalidad. Es para mí un orgullo. Yo lo estaba deseando y además con Roca Rey, que sí he tenido trato. Teníamos una muy bonita amistad porque yo estuve viviendo en Gerena, donde él reside y entrenábamos, íbamos al campo, hacíamos muchas cosas juntos.
Tras los tres festejos que toreó en 2021, volvió a vestirse de luces en una ocasión en 2022 y toreó dos festivales entre ese año y el siguiente. Este 2024, se centró en la preparación para la alternativa “toreando de salón, he matado algún toro, algún novillo. Me siento preparado. Me encuentro bien, estoy matando muy bien los toros y los novillos, y he notado la evolución de la preparación”.
-¿Cómo se imagina el 7 de septiembre?
-Como venga lo afrontaré, no quiero tener expectativas. De hecho, para no ponerme nervioso es mejor. Estoy en el día en el que estoy, disfruto del momento, de la preparación, y ya cuando llegue lo afrontaré y, sobre todo, lo disfrutaré.
-Para finalizar, ¿le da vértigo lo que pueda pasar después de la alternativa? ¿cómo ve el futuro?
-Yo soy positivo y ahora mismo estoy centrado en el día, en este día, y lo que tenga que venir pues ya vendrá. Ese es el futuro, que está por escribir, y ya lo recibiré conforme venga.