Fallece a los 77 años la actriz catalana, gran aficionada a los toros y sobrina nieta de Manuel Granero

Amparo Baró: “Me hubiese gustado ser torero”

En Aplausos hablamos sobre su pasión por la Fiesta en una entrevista publicada en 2006
Isabel Donet
jueves 29 de enero de 2015

Este jueves ha fallecido a los 77 años de edad Amparo Baró. La popular actriz barcelonesa, además de contar con una extensa carrera cinematográfica, haber hecho televisión y teatro, era una reconocida aficionada a los toros. En Aplausos tuvimos la ocasión de poder entrevistarla y hablar con ella de su pasión por los toros. Sobrina de Manuel Granero, aseguraba que le hubiera gustado ser torera. A continuación les ofrecemos un extracto de la entrevista publicada en la sección ‘Dando la cara’ en el año 2006.

-Amparo, se ha comentado que le hubiese gustado ser torero.
-Sí que es verdad, lo dije hace muchísimo tiempo cuando era muy joven. Me pregunto cómo te has enterado. Entre otras cosas porque he tenido el honor de ser amiga de Antonio Bienvenida e incluso llegué a torear con él al alimón.
-¿Cómo le recuerda?
-Me parecía un artista exquisito. Le recuerdo siempre con la sonrisa al enfrentarse a cualquier bicho de esos tan grandes, en esos momentos ante el toro Antonio Bienvenida era capaz de sonreír de felicidad y a mí me daba una gran alegría verle así. Era un artista y un valiente, recuerdo sus verónicas como algo impresionante.
-Lo que se dice una figura del toreo.
-No me considero capacitada para hacer una crítica del toreo de Antonio Bienvenida pero sé que sólo verle me transmitía esa sensación de aquí no pasa nada… estoy jugando al toro. Eso para mí era maravilloso.
-¿Sigue la actualidad taurina?
-Últimamente voy poco a la plaza pero procuro enterarme y ver todo lo que se da por televisión. La verdad es que en estos años atrás he tenido pocas ocasiones pero sigo sintiendo la Fiesta de los toros de muy cerca.
-¿Ha tenido la oportunidad de conocer al toro en el campo?
-Afortunadamente sí, porque unos amigos tienen una finca en Sevilla y allí he podido emocionarme al ver el toro. Los toros me gustan, en mí es una cuestión irracional porque sé que me gustan pero no puedo razonar el porqué.
-Tal vez por su ADN taurino ¿no?
-Creo que sí que será por eso. Mi abuelo se llamaba Enrique San Martín Granero y era pariente de Manuel Granero. Así que desde muy pequeña vi fotografías de él, las que tenían en casa mis abuelos y mi madre. Presumo mucho cuando digo que yo soy como sobrina nieta de Granero, ese torero artista que tocaba el violín.
-Es curioso ese parentesco.
-Es más curioso aún que mucho antes de que mi padre y mi madre se conocieran, mi padre estuviera en la corrida de Madrid cuando el toro “Pocapena” acabó trágicamente con la vida de Granero.
-Es catalana, sus orígenes valencianos…
-Nací en Barcelona, mi madre es valenciana de Paterna y mi abuela también de un pueblo llamado Ollería y mi padre de Aragón. Así que tengo una mezcla estupenda. En Paterna pronuncié el pregón de fiestas y casi me caigo porque yo no podía imaginar lo artistas que son en la que también es mi tierra. Lo hice como homenaje a mi madre y mientras lo vivía sólo pensaba: Dios mío si ella pudiese verme ¡Cuántos recuerdos!
-En su otra tierra, en Cataluña, las cosas no están fáciles para los toros.
-En Cataluña están muy equivocados desde hace mucho tiempo al no querer entender que la raza del toro bravo no existiría si no existiesen las corridas de toros. Yo por mi parte quiero contribuir a que esta fiesta de los toros no desaparezca, para mí los toros son arte puro.
-Pero cuando lo del arte no convence…
-No es que lo diga yo que soy una pobre aficionada sino que lo han dicho escritores, pintores, músicos, poetas, personalidades capaces de sentir y crear el arte. Esto también hay que entenderlo desde Cataluña. Es falso cuando dicen que se oponen porque al toro se le pica o porque se le ponen banderillas, se mata… todo es falso porque lo que quieren es apuntar un falso escándalo.
-Lo que es real en los toros y en el teatro es el público.
-En los toros como en el teatro, el artista se enfrenta también al público, ese es otro riesgo y otro miedo. Para mí un estreno es una de las cosas más terroríficas. El día del estreno cuando dicen vamos a empezar… no sabes qué va a pasar, pero esa es una emoción que hay que sentir porque si no el teatro sin el público no serviría de nada.
-Otro handicap es el de la suerte.
-La suerte pasa y hay que estar preparada para cuando eso sucede saber que es la suerte y poder aprovecharla. Creo que la suerte roza a todas las personas pero hay que saberla reconocer. En los toros siempre hay deseos de suerte y luego hay que esperar a que salga el toro, poder lidiarlo, que embista, que tenga nobleza, y todo eso tiene que concurrir para que hablemos de suerte.

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