Hay que aclarar que el Montepío de Toreros contrató a Andrés Vázquez para estoquear los seis toros de Victorino Martín el 18 de septiembre de 1969. Como relata Victorino Martín en su libro “Victorino por Victorino”, “periodistas y aficionados no paraban de acudir a la finca de Galapagar a ver los toros. A todos les parecía buena corrida, un poco chica pero muy seria. Cuando llegaron a los corrales de la plaza solo dieron el peso dos. Se formó un gran revuelo y mandé dos más que había en el campo con menos cara pero mucho más peso. Se hizo todo lo posible por completar la corrida con toros de casa, pero no hubo manera y entraron dos de María Cruz Gomendio. Andrés, ante tales circunstancias, decidió no torear, lo que ayudó a aumentar el escándalo”.
Prosigue Victorino: “Andrés, ante la llamada del mismísimo ministro de Gobernación, dijo que su contrato era para matar seis toros de Victorino Martín, y que sólo había cuatro, motivo por el cual se comprometía a matar los toros con un año más al año siguiente”. Así pues, se buscaron tres toreros a toda prisa y compusieron el cartel Vicente Punzón, Sánchez Bejarano y Aurelio García Higares.
Para la corrida del año siguiente, el 3 de mayo de 1970, se reservaron cuatro toros de los rechazados, que cogieron más peso con un año más, y pasaron el reconocimiento sin problemas.
Violetero y Pajarero, éste premiado con la vuelta al ruedo, fueron los toros de la corrida, según la crónica del diario El Ruedo: “La ovación de clamor con que se acogió la presencia de Andrés Vázquez al frente de las cuadrillas fue el refrendo del agrado con que se había acogido su gesto”, relataba en su crónica don Antonio, que seguía: “Hacer acto de presencia en la plaza era una hazaña. Despechar la corrida con corte de dos orejas y salida a hombros por la puerta de los éxitos, una hazaña mayor que muy contados toreros del momento presente podrían emular. Andrés Vázquez, que además era el primer día que se vestía de torero en la actual temporada, estuvo siempre en maestro dominador, en director de lidia, en conocedor profundo de las bellezas del toreo y las emociones que puede suscitar”.
Tras el acontecimiento, el torero apuntaba: “Estoy satisfecho de haber cumplido mi promesa con la afición. Me he enfrentado a una auténtica corrida de toros y he intentado deparar a aquella todo cuanto estuvo en mi mano hacer, sin retroceder un solo paso”.
Aunque sólo cortó las dos orejas al tercero, dio una gran tarde de toros. Al sexto toro, Pajarero, se le dio la vuelta al ruedo.
Francisco Ruiz Miguel en 1986, El Niño de la Capea en 1988, Roberto Domínguez en 1989, Manuel Caballero en 1998 y Alejando Talavante en 2013 siguieron la gesta de Andrés Vázquez de estoquear seis toros de Victorino Martín en Las Ventas.
