El Gobierno de Aragón ha publicado las ayudas al ganado bravo para paliar la grave crisis que sufre el sector debido al impacto sufrido por la pandemia del coronavirus. Se ha destinado una partida de 200.000 dentro de la Estrategia Aragonesa para la Recuperación Social y Económica. Esta norma reconoce en el punto 4 del artículo 37 que “podrán concederse ayudas incondicionadas a las explotaciones extensivas de ganado de lidia al objeto de contribuir a reducir la drástica reducción de sus ingresos derivados directamente de los efectos de la pandemia”.
A los efectos de determinar el número de animales con derecho a la subvención, se considerarán “hembras elegibles” aquellas hembras de raza de lidia mantenidas como reproductoras y que sean benefciarias de la ayuda asociadas a las explotaciones de vacas nodrizas, en el año 2020. Para el establecimiento del número de hembras elegibles se considerarán todas las hembras reconocidas como elegibles en las ayudas PAC, es decir, las vacas nodrizas de raza de lidia que cumplan los criterios de elegibilidad a lo que se sumará un 15% de novillas de raza de lidia. Se establece un importe unitario máximo de 75 euros por hembra elegible.
La orden publicada en el Boletín Oficial de Aragón reconoce que “esta actividad está muy ligada a festejos populares, y en consecuencia a eventos que conllevan la concentración de personas” y que con motivo de la crisis sanitaria “se han visto modifcados y en la mayoría de los casos suspendidos, esta situación ha llevado al sector a la cancelación de la práctica totalidad de contratos en los cuales intervienen los vacunos de lidia, sin posibilidad de comercializar sus animales salvo destino a matadero. La actividad ligada a festejos populares supone una caída de los ingresos de las explotaciones ganaderas de vacuno de lidia de más del 50%, esta situación está llevando a soportar con gran dificultad los costes económicos de alimentación del ganado, situación que empuja al sector a una reducción de la cabaña ganadera. La reducción de la cabaña ganadera lleva aparejada importantes repercusiones, entre otras, pérdida de patrimonio genético de las razas destinadas a este tipo de actividad o la disminución de su labor medioambiental al ser una ganadería extensiva muy adaptada al medio”.